Frente a ti Señor, me llega al pensamiento de la enorme gracia
que es, primero creer en ti, después saber que eres un Dios-Redentor...
pero también toda la inmensa responsabilidad de testimonio de vida que
esto implica.
Si siento que el creer en ti y en la Iglesia católica me reviste de
unas gracias especialísimas como hijo de Dios, portador de valores
eternos y heredero del cielo... ¿cómo ha de ser mi vida?
Y la respuesta es: Siendo fiel al Papa y a la Iglesia porque como
bien decía el Padre José Luis Martín Descalzo:- "El encargo a Pedro es
algo más que un encargo puramente personal. Pedro no es inmortal. Las
palabras de Jesús van a recordarlo. La consigna, pues, que Cristo le da
tienen que tener un significado especial, más largo que la vida
personal de Pedro. Si Cristo habla de un rebaño permanente que va a
prolongarse por los siglos, es claro que también habla de un pastoreo
permanente, que durará después de la muerte de este pastor concreto.
Jesús, estás realmente introduciendo en la historia religiosa de la
humanidad una institución llamada a durar tanto como la fe en ti. Más
claro aún: estabas instituyendo una dinastía de pastores. No una
dinastía carnal y transmisible por la sangre, pero si una dinastía del
espíritu.
Pedro será el primer pastor de esa serie en la que nunca le
faltarán sucesores. Los pastores durarán tanto como la roca, es decir,
tanto como la humanidad...
Tu, Señor, viniste para mostrarnos el Camino. Fuiste el Maestro y
fuiste el Pastor...dejando todos los cabos bien atados, todas tus
enseñanzas diáfanas, claras. Nos enseñaste a orar, nos hablaste de las
Bienaventuranzas, nos hablaste de los Mandamientos, del código del amor,
que tomásemos la cruz para seguirte, nos aseguraste que cuando dos o
más orásemos al Padre, El estaría allí, entre nosotros, que fuésemos
generosos, pero no ostentosos en nuestras dádivas, sino que lo que la
mano derecha haga no lo sepa la izquierda, que seguir tus pasos cuesta
renuncias y valentía, pero que al final podremos contemplar tu rostro y
nos llamarás "benditos de mi Padre".
Sabiendo todo esto ¿viviré como ignorándolo, haciéndome la
loca, la indiferente? Y quizá pensando que ya que tu misericordia es
infinita, también tendré la infinita disculpa para mi desamor, para mi
ingratitud. ¡Cuidado!.
Ya nos mostraste el camino y apartarnos de él pudiera ser, que ni el
arrepentimiento del "buen ladrón" nos alcance al final de la jornada a
tocar a nuestra puerta, atrapada en el laberinto de las pasiones y del
despreocupado vivir.
Ahora frente a ti y en el silencio de ese amor oculto parece que te oigo decir:
"No pierdas más tiempo. Es hora del cambio, es hora de tomar la
religión católica muy en serio y cumplir con los deberes de todo buen
cristiano, de haceros apóstoles y llevar mi Mensaje a todos los que
estén a vuestro lado con la palabra y con el ejemplo.”
“Aquí estoy, esperando que seáis valientes y que llevéis en el
alma el legítimo orgullo de ser católicos, portadores de la Verdad “
“Tendréis que seguir siendo pastores, tras los pasos del Primer
Pastor.... para que un día... haya un solo rebaño, cuyas ovejas no se
aparten del Camino enseñado”
Preguntas o comentarios al autor Ma. Esther de Ariño