DOMINGO XXXI A
Mal.1,14 ss. Tes.2,7ss. Mt.23.1,12ss,.
En la 1ª lectura del libro sagrado escuchamos a Malaquías, uno de los hombres de Dios llamados a orientar, a animar y a corregir al Pueblo de la Alianza para que volviera al camino de la sensatez y a cumplir la parte que le correspondía del Pacto. Pero Malaquías pierde la tranquilidad y el sosiego al hablar. Cuando se da cuenta de que los dirigentes del Pueblo e Dios no son guía, ni ayuda para la gente a quien tienen que orientar y servir sino que, se han convertido en estorbo y tropiezo porque su servicio no transparenta la luz y la comunión con Dios y lo infinito, pierde los estribos y dice: “Os apartasteis del camino, habéis hecho tropezar a muchos en la ley y vosotros sacerdotes, si no dais gloria a mi nombre, dice Dios,
recibiréis mi maldición y seréis despreciables. ¡ Soy yo, el rey soberano y no vosotros!” Con duras palabras hablaba el Profeta Malaquías 420 a. C. a los líderes civiles y religiosos de su tiempo. ¿Qué diría a unos y a otros hoy? Vamos a escuchar a Jesucristo sobre este tema (Mt. 23,1ss.) “En la cátedra de Moisés se han sentado los letrados y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan pero no hagáis lo que ellos hacen porque ellos no hacen lo que dicen.” Está hablando a la gente sencilla y entre ellos a sus discípulos. También a los que formamos hoy su Iglesia. Somos comunidad, familia donde hay una jerarquía en los diversos grados de responsabilidad pero donde NUNCA puede haber señores y siervos, jefes y súbditos porque “TODOS sois hermanos. VUESTRO SEÑOR, VUESTRO MAESTRO Y VUESTROS PADRE ( el de todos) es Dios.”
En la Iglesia de Jesús hemos de poner los títulos, no según el talento o ciencia de cada uno, no según la fortaleza o el poder , no según la habilidad , sino según el servicio que cada uno preste a la comunidad. Por eso no puede haber últimos porque no hay primeros; no hay fuertes y poderosos porque no hay débiles y olvidados. ¡ TODOS SOIS HERMANOS!
Ya sé hermanos, que lo perfecto también en la Iglesia de Jesús y de tejas abajo es una utopía pero estamos en camino y siempre todo puede mejorar. Entre la jerarquía y entre los fieles. Es obra de todos porque TODOS SOIS HERMANOS.
ESTA ES LA CARÁCTERISTICA DE NUESTRA IGLESIA Y DEBEMOS COMPROMETERNOS TODOS A QUE ESTO VAYA A MÁS.
Sólo EL es el SEÑOR.