Docenario guadalupano
7 diciembre 2011
Joaquín Gallo Reynoso, sacerdote jesuita
Los caminos de Dios, de María y de nosotros en el Acontecimiento Guadalupano
Los caminos de l@s sant@s y el Acontecimiento Guadalupano.En el recorrido que vamos haciendo de distintos tópicos sobre los caminos conectados con el Acontecimiento Guadalupano podemos hoy hacer parangones con sant@s de distintas épocas para que esto ilumine nuestra comprensión respecto al Acontecimiento Guadalupano y al poder de Dios que se inicia y llama a much@s para que abran nuevos caminos en el mundo para seguir al Señor Jesús.
Habiendo visto algo sobre la acción del Espíritu Santo con los apóstoles y discípul@s del Señor, ahora lo haremos con otros hermanos y otras épocas. Esta relación puede inspirarnos para seguir mejor a Jesús, que es lo que más deseamos...
Primera consideración: L@s sant@s de los primeros siglos. En su mayoría los documentos escritos que tenemos son de santos varones confesores de la fe cristiana empeñados en ubicar y aclarar quién era Jesús y sus relaciones con el Padre y el Espíritu Santo y lo que de estas consideraciones se derivaban para sentir lo que eran ellos como Iglesia. En los primeros años después de la Conquista los antiguos padres de la fe indígena se preguntaban qué relación había entre lo que ellos habían creído y lo que ahora les enseñaban los misioneros evangelizadores. La vida de la Iglesia implica ir a las fuentes de nuestra fe. Estudiémosla como ellos y propaguémosla con entusiasmo. Que María nos enseñe a dar vueltas en el corazón a estas verdades. Jaculatoria apropiada: Dios Providente y misericordioso, dador de todos los bienes; que Nuestra Madre María y tus ángeles y santos te bendigan.
Segunda consideración: La época de l@s mártires. El Espíritu Santo fue llevando a los primeros cristianos a dar testimonio de su fe aun con el martirio. La persecución desatada contra los primeros creyentes en Israel dio los primeros mártires, como San Esteban, y que luego aumentaron muchísimo con la persecución romana. En la historia de nuestro país también hubo mártires desde el principio de la evangelización y aun antes del Acontecimiento Guadalupano, como los beatos niños mártires de Tlaxcala: Cristóbal, Antonio y Juan. Demos gracias por estos testigos de nuestra fe y encomendémonos a ellos.
Tercera consideración: Distintas épocas, distintos sant@s.
En la época medieval tuvimos sant@s de muchísimas tonalidades. Desde los fundadores como San Francisco de Asís, Santo Domingo de Guzmán y tantos más, y mujeres como Santa Catalina de Siena, Santa Gertrudis y otras de tan diversas espiritualidades que la Iglesia se vio muy enriquecida por estas figuras tan inspiradoras. Gracias a estos fundadores tuvimos los grandes misioneros y evangelizadores que llegaron a América en los inicios de la evangelización de este continente. Entre ellos contamos a fray Juan de Zumárraga, tan relacionado con el Acontecimiento Guadalupano. Agradezcamos a Dios su providencia que va despertando nuevas opciones para el seguimiento del Señor en épocas tan diferentes y lugares tan distintos.
cuarta consideracion: Los grandes santos de los siglos XVI y XVII. Nos interesan de manera especial l@s sant@s de estos siglos porque fueron de la misma época o no tan lejanos al Acontecimiento Guadalupano. Si en Europa se desataban Lutero y otros para dividir la Iglesia, en esa misma época surgieron San Ignacio de Loyola y sus compañeros jesuitas para detener estas rupturas y presentar otras alternativas para seguir al Señor… También hubo otros fundadores como San Felipe Neri y sus respectivos discípulos que llegaron a América e hicieron tanto bien. Entre las religiosas empezaron a destacar algunas en el servicio de la caridad solidaria y en las escuelas. Mientras tanto aparecía en escena Juan Diego con su tío Juan Bernardino, santos imprescindibles en el Acontecimiento Guadalupano. Gracias a tod@s ell@s muchísimos indígenas se convirtieron a la fe. En otros lugares de América hubo algun@s santos como Rosa de Lima y Martín de Porres, en Perú, y los mártires jesuitas del Paraguay. Aquí mismo los hubo en México, sobre todo en el norte del país. Agradezcámosle a todos ellos su testimonio.
Quinta consideración: Algunos santos más recientes y el Acontecimiento Guadalupano.
Muchísimos hermanos nuestros mexicanos jesuitas fueron expulsados de nuestro país en 1767 y fueron los grandes propagadores de las apariciones de la Virgen de Guadalupe en Europa. En el siglo XIX tuvimos otros testigos de la fe expulsados de nuestro territorio nacional o hasta eliminados de la vida política y social de México por las Leyes de Reforma. En el siglo pasado muchísimos murieron martirizados gritando: “¡Viva Cristo Rey, viva Santa María de Guadalupe!”.
El ahora beato Juan Pablo II, tan guadalupano, nos canonizó a Juan Diego y a más de 20 mártires de ese siglo.
Sintamos el orgullo de tener estos santos. Y demos gracias a Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, porque en tantos lugares y épocas han iniciado y propiciado caminos maravillosos de santidad con los que nosotros hoy somos iluminados. De manera especial agradezcamos que hayan hecho la Alianza desde América, para todo el mundo, a través de nuestra Santísima Madre y Reina del Tepeyac, María de Guadalupe.
Esto nos entusiasme a amar y servir con más ahínco a quienes tan magníficamente nos han animado e iluminado para llevar una vida santa y llena de frutos para much@s herman@s. Que Dios siga siendo glorificado en y por sus sant@s. Amén.
Apoyos bíblicos: Miq 4, 1-5; Mc 1, 1-8; Jn 17, 11b-26; Hech 7, 51-60; Apoc 21, 1-7.