Pirotecnia
Trastorno de Pánico en Caninos y Felinos
Los animales ansiosos o fóbicos demuestran características similares a las que se reconocen en los ataques de pánico en humanos.
Un ataque de pánico requiere de un discreto período de miedo o molestia intensa (ruidos fuertes o de explosiones lejanas provocados por pirotecnia, tormentas, etc.): durante el cual desarrollan de modo abrupto cuatro o más de los siguientes síntomas:
Palpitaciones, taquicardia, jadeo, salivación, temblores, sensación de insuficiencia respiratoria, falta de aire, náuseas, aturdimiento, sensación de irrealidad, pérdida del control, miedo a morir.
Estas alteraciones provocan en la conducta animal intentos de escapar descontroladamente, incentivado por el estado de pánico, durando varios minutos y en los casos severos varían desde 1 a varias horas, dependiendo el tiempo que dure el estímulo provocado por el ruido (fiestas de fin de año).
Las reacciones suaves o de baja intensidad incluyen deambulación, temblor, encogimiento, inapetencia, intenso deseo de ingerir agua, deseo de estar en permanente contacto con el propietario.
Las reacciones más graves o de alta intensidad provocan gemidos, intensa salivación o babeo, jadeos prolongados y muy fuertes, eliminación y/o retención de heces u orina, correr en forma desenfrenada sin rumbo (escape frenético), que en muchas ocasiones incluyen arañado o masticar barreras (Fractura de dientes) y saltar a través de ventanas, vidriados o alambrados, provocándose heridas de suma gravedad.
Como última consideración es bueno recordar que el 15 de Octubre de 1978 la UNESCO promulgó la “Declaración Universal de los Derechos del Animal”, donde en un párrafo del preámbulo dice “que la educación debe enseñar, desde la infancia, a observar, comprender, respetar y amar a los animales”.
“El grado de civilización de un pueblo, se mide por el trato que da a sus animales”. Alejandro Humboldt