ADVIENTO. REFLECCIONES
Hola.. les comparto esta reflexión que escribí hace ya algún tiempo... pero sigue siendo actual.. no necesito decir nada mas.. con ella va mi mensaje de amistad y mi cariño fraterno.. un abrazo grande en JESUS Y MARIA.. con afecto.. Nancy
Adviento: preparación para la venida de Jesús, la que se hace cada día en la Eucaristía , en la oración, en el encuentro con el hermano. No somos nosotros los que esperamos a Jesús, la realidad es que es Jesús quien nos espera a nosotros con su amor.
Es lindo colocar en cada casa la corona de adviento, una corona hecha de hojas de laurel, encendiendo en la noche una vela y haciendo una oración. Pero lo más lindo del adviento, es el tiempo para reflexionar y acercarnos al Señor, desde nuestras limitaciones y con mucha humildad. Debo tomar conciencia aquí y ahora de mis errores, mis heridas, de lo que hago mal conmigo y con los demás. Si no me doy cuenta, es muy difícil que empiece el camino de la conversión que nos anuncia Juan el Bautista.
Necesito querer hacer algo por mejorar y este es un tiempo aceptable, tiempo de gracia, de esperanza. Jesús nos llama, nos invita, nos da muestras a cada instante de su amor y su perdón, en las cosas sencillas como el cantar de los pájaros, el amor fraterno, el aire que respiramos.
Jesús está allí esperándonos, en los momentos difíciles, en los días oscuros, en la tristeza, en la soledad, en la enfermedad, cuando parece que todo se acaba, allí está Jesús. Y podemos acercarnos a EL, con solo una oración, con el pensamiento, con las obras de misericordia, cuando nos encontramos con el amigo, el desvalido, el pobre, con el enfermo, con el anciano.
La oración acompañada de una verdadera acción, de un abrazo sincero, del compartir generoso, del servicio y entrega desinteresados nos hace amigos de Jesús, y cuando somos amigos de Jesús tenemos paz, tranquilidad y armonía en nuestras vidas.
La oración es sinceridad, es nuestro momento presente, con ella presentamos nuestras tristezas y alegrías, cansancios y sufrimientos, es la expresión de nuestro amor al Padre. Con la oración buscamos la mirada de Jesús, para poder mirar como El, sentir como El, amar y perdonar como Jesús lo hizo. Este tiempo de adviento, de conversión, de esperanza, es un tiempo de perdón, de sanación y salvación, de dejarnos amar por Jesús, de llenarnos de su misericordia.
Acojamos el amor de Jesús y María en nuestros hogares y que su presencia sea permanente en nuestros corazones y en nuestras vidas. Dejemos que el Buen Dios nazca en nuestra familia en esta navidad, para que la unidad familiar sea posible y haya una convivencia pacífica, armoniosa, donde podamos disfrutar, conservar y compartir el amor fraterno, entregando con humildad lo mejor de nosotros.
Dejemos a un lado la intolerancia, el egoísmo, el rencor, la violencia; vivamos la alegría de la navidad, la esperanza del adviento, la paz y la unidad familiar, compartamos con generosidad lo que en abundancia hemos recibido de las manos del Señor Misericordioso
Para el nuevo año te pedimos Padre Bueno que nos des las fuerzas para amarte, creer y esperar siempre en Ti, abandonarnos por completo en tus manos y que se haga hoy y en todo momento tu santa voluntad, ayudándonos a caminar constantemente a tu lado. Dadnos Señor tu paz y tu amor y eso solo nos basta. Amén.
Nancy Stella Soto de Insignares.