¡Hogar de Jesús!
En ti, sintió las primeras caricias de amor
y los arrullos de una mano de Madre virginal.
En ti, Jesús, percibió la luz de una estrella
que llamaba a su pueblo a la fe y a la adoración,
al asombro y a la oración.
¡Dios nacía en familia!
En ti, familia de Nazaret,
Jesús aprendió a mirar hacia el cielo,
a descubrir que, Dios, estaba presente en todo.
En ti, una Madre con el nombre de María,
nos dio el amor de Dios en un pesebre.
En ti, José, miró con serenidad y autoridad
los primeros pasos de Jesús.
¡Hogar de Jesús! ¡Familia bendita!
En ti, los ojos de los humildes,
se postraron para ofrecer sus dones.
En ti, las rodillas reales doblaron
su poder para entregar al primogénito,
el oro de la realeza,
el incienso divino,
la mirra de la humanidad.
¡Hogar de Jesús! ¡Familia de Jesús, José y María!
Eres destello de paz y de armonía.
Eres lección que nunca se olvida.
Eres buena nueva para tantos hogares rotos.
Eres anuncio de una sociedad nueva.
En ti, la sencillez y la obediencia,
la pobreza y el silencio,
la bondad y la paz,
son el mejor tesoro y lo más valioso.
¡Hogar de Jesús! ¡Familia de Jesús!
Rincón para el crecimiento.
Árbol donde se robustece y se diviniza el amor.
Casa donde se acoge al mismo Dios.
Comprensión y acogida del Misterio.
Alimento de amor y de fe.
¡Hogar de Jesús! ¡Familia de Jesús!
Lugar donde Dios habita.
Altavoz, donde el amor de Dios habla.
Cuna, en la que el Niño Dios gime y llora.
Portal, donde el hombre se asoma, adora y reza
Ayúdanos, Sagrada Familia de Jesús,
a formar parte un buen día,
de esa gran mesa a la que estamos
invitados a sentarnos,
todos los hijos e hijas de Dios.
Amén.
P. Javier Leoz
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