La grandeza de Jesús, no está en ser Hijo de Dios,
sino en su actitud humilde que no le impide vivir en la obediencia y sumisión a Dios,
del mismo modo que lo hace un siervo o criado.
Juan no se siente digno de ser esclavo de Jesús y
Jesús no se siente indigno de ser el Siervo de Dios. P. Ernesto Caro.
GRACIAS SEÑOR !!!
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