Mejor
Al triste, no le preguntes la historia de su desgracia.
Mejor dile que en
ti tiene un amigo.
Al que llora, no le escudriñes el origen de su
llanto.
Mejor dile que tu tienes un hombro, un pañuelo, una
sonrisa.
Al que anda tambaleante por la vida,
no le analices por qué no ha
llegado nunca a ninguna parte.
Mejor dile que tú tienes una luz, un
consejo, y un bastón por si
llegara a necesitarlos.
Al que anda sin
templo, y sin oración, no le preguntes por qué es un
descreído.
Mejor
enséñale de Dios, y mételo en el secreto de tu plegaria.
A esos que
hacen un caos de su vida, no les preguntes qué causa su
confusión.
Mejor enséñales el rastro sosegado de la fe, y el fluir
constante de
tu serenidad.
Al que anda dolido y agotado con su cruz,
no le preguntes por qué le
pesa tanto.
Mejor ponlo en posición de que
Dios se irradie sobre él, y poco a
poco le irá llegando su luz.
Al
que se resiste a seguir, y se siente vencido, no le andes por las
normas,
las deducciones y los raciocinios.
..
Mejor dale la mano, y dile: "¡Voy
contigo!"
No le preguntes a cada uno su necesidad.
Mejor
demuéstrales que hay un Dios. hay una oración. ¡¡Y hay un
milagro!!
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