Fábula de Esopo
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Fábula de Esopo
Un soldado, durante una guerra, alimentó con cebada a su caballo, su compañero de esfuerzos y peligros. Pero, acabada la guerra, el caballo fue empleado en trabajos serviles y para transportar pesados bultos, siendo alimentado únicamente con paja.
Al anunciarse una nueva guerra, y al son de la trompeta, el dueño del caballo lo aparejó, se armó y montó encima. Pero el caballo, exhausto, se caía a cada momento. Por fin dijo a su amo: -Vete mejor entre los infantes, puesto que de caballo que era me has convertido en asno. ¿Cómo quieres hacer ahora de un asno un caballo?
En los buenos tiempos debemos prepararnos para los malos.
Para el soldado, no es lo mismo un mulo que un caballo, ya que su rendimiento es diferente según las necesidades que tenga. Y si bien para Dios, ser como un mulo o como un caballo es similar en lo que respecta a nuestra forma de actuar; también lo equipara con nuestro rendimiento espiritual.
Acostumbrar al caballo de guerra a vivir como un asno, es lo mismo que acostumbrar al alma victoriosa y potente manejada por el Espíritu de Dios a vivir una vida cristina mediocre y sin visión espiritual. Tal vez para el caballo, fue un cambio más tranquilo. Salía de la locura de la guerra a vivir pastando sin exigencias.
Tal vez para vos se genere el mismo beneficio cortoplacista. La mediocridad espiritual y el apagar al Espíritu te pueden dar cierta tranquilidad o bienestar transitorio. Pero a la larga para uno y para el otro, los perjuicios son notorios. Se desgasta las capacidades, se desvirtúa los sentidos, se pierde la visión, se limitan las aptitudes.
No seas como un mulo o como un caballo, terco y sin querer aprender. Volvé a rescatar tu espíritu vital, tu pasión por Dios, tu visión de la Gloria divina. Sacate la modorra de la mediocridad y la comodidad. Hoy podés ser distinto a la mayoría. Y cambiar de categoría. La diferencia está solo en lo que vos comas. Y esa es tu decisión. Comé alimento espiritual que mejore tu relación con Dios. La comida chatarra que este mundo te ofrece, puede parecer sabrosa. Pero termina arruinándote.
REFLEXIÓN – Preparate, comé bien.
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