Realidades
Nosotros somos Seres fugases en la tierra
y por consiguiente tenemos que entender
que lo único permanente en el Universo
es el cambio, en tal sentido todo cambia
en mayor o menor grado e incluso de estado.
Lo importante es poder dejar ir momentos
de la vida que se van clausurando.
¿Terminó con su trabajo?
¿Se acabó la relación?
¿Ya no vive más en esa casa?
¿Debe irse de viaje?
¿La amistad se acabó? Etc… etc…
Puede pasarse mucho tiempo
de su presente revolcándose en los porqués,
en tratar de encontrar la causa y/o entender
por qué sucedió tal o cual hecho.
El desgaste es inevitable, porque en la vida
usted, yo, su amigo, sus hijos, sus hermanas,
todos y todas debemos estar abocados
a ir cerrando capítulos.
A pasar hojas., a terminar con etapas
o con momentos de la vida y seguir
para adelante. No podemos estar
en el presente añorando el pasado,
ni siquiera preguntándonos por qué.
Lo que sucedió, sucedió,
y hay que soltar, hay que desprenderse.
No podemos ser niños eternos,
ni adolescentes tardíos, ni empleados
de empresas pasadas o inexistentes,
ni tener vínculos con quien no quiere
estar vinculado a nosotros.
Todos los hechos pasan y hay que dejarlos ir.
Recordemos que hay que dejar ir,
hay que pasar la hoja,
hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente.
El pasado ya pasó, el futuro está por venir.
No espere que le devuelvan nada,
no espere que le reconozcan.
No espere que alguna vez
se den cuenta de quién es usted.
Suelte el resentimiento, deje ir
todo aquello que representa una carga.
Cierre capítulos, dígase a usted mismo
que no vuelve, pero no por orgullo
ni por soberbia, sino porque usted no encaja allí,
en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación,
en esa casa, en ese escritorio, en ese asunto,
usted ya no es el mismo que se fue.
Por lo tanto no hay nada que resolver
ni pendiente, porque en la vida nada
se queda quieto, nada es estático.
Es salud mental, amor por uno mismo
desprenderse de lo que ya no está
en nuestras vidas.
Es un proceso de aprender
a desprenderse y humanamente
se puede lograr porque:
sólo es cuestión de costumbre.