Consuelo
Soy consolado gracias al amor de Dios y bendecido con Su paz.
El cambio es parte de la vida. Las estaciones cambian, los niños se convierten en adultos, las personas entran y salen de mi vida bajo circunstancias tanto tristes como felices. Cada cambio trae una bendición, no importa lo fácil o difícil que pueda ser reconocerla. Cada cambio es parte del viaje de nuestra vida como seres espirituales.
Si los cambios me producen tristeza, abro mi corazón a la paz y el consuelo de Dios. Nunca estoy solo porque Dios está conmigo en todo momento y estación de mi vida.
El amor de Dios me guía en momentos difíciles y se regocija conmigo en momentos felices. Acojo lo nuevo con un corazón abierto y un espíritu dispuesto. No estoy solo. Dios es mi consuelo y siento paz.
Yo soy la puerta: el que por mí entre será salvo; entrará y saldrá, y hallará pastos.