Muchos son los caminos
¿Cuántas veces nos hemos callado,
y no le hemos dicho a alguien
"ese algo que nos vino desde el corazón"?
Tan solo un momento, y acabaríamos
dándole esperanzas, ilusión, apoyo.
En nuestro interior más profundo
no sabemos apreciar el poder
que las palabras poseen en nuestras vidas.
Las palabras pueden reconstruir una vida,
mientras que por otro lado pueden destruirla...
¿Cuántas veces herimos a personas a quienes
amamos con palabras amargas, frías?
Si nos pusiéramos a contar, con certeza
perderíamos la cuenta...
El ser humano tiene la manía de hablar
sin pensar, muchas veces suelta todos
los resentimientos guardados por años...
¿Acaso vale la pena actuar de esa manera?
¿Nos hemos percatado de que "un momento"
puede valer mucho más que una vida?
Tenemos que parar un poco para pensar...
¿Cuántas veces por día hablamos al prójimo
palabras de apoyo, cariño, amor?
¿Cuántas veces decimos cuánto, él o ella,
es importante en nuestras vidas, o cuánto
sentimos su falta cuando no está presente?
Quizás nunca, quizás una vez... poco... Mucho...?
Las palabras tienen una gran energía,
ellas pueden convertir a una persona triste
en alegre... ¿Has pensado en esto?
¿Cuántas veces nosotros estábamos tristes,
y alguien se aproximó y nos habló con palabras
de ánimo y confianza, que nos levantaron?
Estoy seguro que algún día te ha sucedido...
¿Qué te parece si comenzamos a utilizar
las palabras para traer alegría a las personas
que están a nuestro alrededor? ¡Ayudándoles,
confortándolos, haciéndolos sonreír!
Podemos hacerlos felices, diferentes, especiales...
Muchos son los caminos que traen alegrías,
pero solamente las personas que estén con el corazón
abierto para darlas, podrán disfrutar de este placer.
Y es mucho más grande el placer que se siente
al brindar, que al recibir.
Somos distantes de la felicidad en razón de estar
apartados de las buenas cosas, de aquellas cosas
simples de la vida, de las bellezas que, sin mucho esfuerzo,
iluminan nuestros ojos, de modo que la grandeza pueda
ser parte de nuestra existencia. Nos cabe el derecho
a la opción de determinar el camino que debemos seguir,
o que nos proponemos experimentar, y que las flores
del amor y la hermandad se abran a nuestro paso.
Si la lucha es dura, simplemente permitiendo
que el amor de Dios conduzca nuestra existencia,
la vida se convertirá en más hermosa.
En nuestro camino siempre existirán piedras,
para que podamos ejercitar nuestra determinación
y enderezar el ritmo y la calidad de nuestras actitudes.
Sin obstáculos, la vida no tendría sentido,
pues no habría evolución.
Cuando sientas las dificultades en tu destino,
recuerda que son nada más que: Piedras...
No forman parte de ti, son insignificantes obstáculos,
para que, ejercitados y fortalecidos tus sentimientos,
tu flexibilidad y rapidez, puedas traspasarlos.
Pero, las palabras, sí forman parte de ti, ¡Recuérdalo!
Las palabras son uno de los mejores caminos a seguir...
Para que ellas siempre sean tu manera y forma
de ir construyendo tu rumbo hacia los demás,
y por la misma razón, ellos puedan acceder a ti.
" Detente, el Corazón de Jesús está conmigo"