INTENCIÓN MISIONERA – ABRIL 2013 “Que la Iglesia sea signo e instrumento de esperanza y resurrección”.
La iglesia de Jesús el Nazareno no puede ser sino misionera. La Comunidad creyente en El, que vive de su palabra y en ella espera, no puede conformarse con resucitar costumbres religiosas que en otro tiempo fueron cristianas pero que hoy en día las hemos convertido en una simple atracción de turistas.
Esta es la intención del Papa y la finalidad del proclamado año de la Fe que estamos viviendo.
Todo ello me ha recordado las famosas Reducciones de los jesuitas en Paraguay y más concretamente las de de san Come y san Damián. Allá por el año de 1570,Felipe II, rey de España, ordenó que en todos los lugares habitados por los indios hubiera ESCUELAS para la enseñanza y la lectura. Hasta la llegada de los Padres, los indígenas no daban a sus hijos ningún otro tipo de instrucción que no fuera el saber manejar bien el arco. El P. M. Peramás escribió:” Entre los indios la educación y la enseñanza se reduce a vivir y dormir con sus hijos”. Los jesuitas eran conscientes de la importancia de la escuela en el campo de la educación.:en 1610, al principio de las reducciones, el P. Provincial, Diego Torres, urgió la necesidad de crear una escuela para niños en la que aprenderían bien la doctrina cristiana y a leer ,escribir, cantar y tocar instrumentos etc. Cuando en el resto del mundo la escuela era solo privilegio de algunos, en las Reducciones ya fue derecho y deber para todos los niños/as. Entre los 5 y los 12 años los niños acudían a escuelas separadas para aprender a escribir, la gramática, la ortografía etc. y en las que los Padres y los indios, instruidos con preparación profesional, eran los maestros.
TALLERES, existieron en toas las reducciones, donde aprendían forja, carpintería, platería, cerámica, escultura y pintura. Allí se hacían carros, puertas y ventanas además de canoas, joyería, rosarios y bordados etc. Todos los pobladores de 14 a 50 años debían elegir una profesión a su gusto y capacidades. El P. Labbé escribía en 1711: “ He visto bellísimas pinturas, libros impresos con gran precisión, órganos y todo tipo de instrumentos. Hacen relojes de bolsillo, imprimen guías y mapas teniendo delante algún modelo original.”
Estaban convencidos aquellos misioneros de que la vida de los hombres se desarrolla dignamente con apoyo en los dos pivotes: La Fe y la Cultura. Eso nos transmitieron nuestros antepasados y así he intentado hacer mi apostolado en las parcelas que, gracias a Dios, me ha tocado cultivar. Alonso
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Notas tomadas de una publicación de la S.J.