DÉJAME RECOSTAR EN TU PECHO
Y poder sentir cuánto me amas.
Déjame experimentar en el alma la paz que solamente me regala tu Presencia.
Déjame por esta noche tan solo, ser capaz de que los latidos de mi corazón se fundan en tus propios latidos y que nuestras respiraciones sean una en la Tuya, mi amado Jesús.
A cada instante desearía ser Quién tú deseas que sea, que mis fragilidades y pobrezas sean transformadas por la fuerza de tu Espíritu Santo.
Que nada en esta noche, Señor, quede oculto a tu Mirada; ilumina con tu luz aquellos rincones más oscuros de mi corazón y dale nueva vida a los anhelos de santidad que parecen dormidos en mi interior.
Hazme descansar feliz, sabiendo que mañana al despertar...serás Tú Quién con un dulce beso al alma me despertarás, dibujando en mis labios la más hermosa sonrisa...porque sé que otra vez en esa noche volverás para hacerme descansar...como cada noche...como cada día.