Cierra los ojos por algunos minutos
y deja tus pensamientos volar por sitios de amor.
No podemos cambiar el mundo,
ni quitar todo el dolor de la tierra,
ni tener ya resueltos todos nuestros problemas,
pero podemos a cada minuto
mirar con ojos del amor a cada cosa.
Si pensamos que todo es pasajero,
miraremos con cariño lo negativo
que te encamina a la elevación y perfección,
y luego observaremos con felicidad
el cambio del mal en bien,
de tristezas en alegrías.
Lo que hoy nos hace sonreír
fueron las cosas que nos hicieron llorar ayer.
Nuestras faltas de hoy también son las alegrías
de mañana. Las personas se van,
los amores se pierden en el tiempo,
los problemas se solucionan,
hasta el mismo sol se va cada noche
para renacer al día siguiente.
No te quedes en el medio del camino,
sigue adelante sin rendirte. Intenta,
porque allá al final... algo te espera!.