Alcoy, 21-6-94: A consecuencia del parto de mi hija, nacida en Enero del 93, quedé con problemas que requerían una intervención quirúrgica para su solución. A los cuatro días de la operación, la herida se complicó de nuevo con problemas más graves cuyo único remedio era volver a intervenir. Una estampa de la Venerable, con una novena en su interior, que cayó en mis manos por casualidad, fue un regalo para mí, pues mi plegaria a través de ella me convencía día a día de que podía tener esperanzas de curarme sin tener que pasar por el quirófano. Y así fue, al mes y medio el médico no parecía creer que la herida estuviera completamente cerrada y sin infección alguna. Pilar Ferrandiz
Madrid, 10-12-94: Hice un viaje a Santiago y dentro del templo me quitaron la cartera. Allí llevaba entre la documentación y algún que otro papel, la reliquia de la Vble. Ana de San Agustín. Como es lógico y con mucha fe le pedí que volviera a mí, pues era la más preciada joya de la cartera. Ya había iniciado gestiones para hacerme una nueva documentación cuando en el buzón apareció un sobre muy abultado. ¡Sorpresa!, lo abrí y era la cartera con toda la documentación intacta y como es natural, con la reliquia de la Venerable. No estaba el dinero pero es que yo tampoco se lo pedía. Sólo quería librarme de los problemas que la renovación de la documentación llevaba consigo. ¡Gracias Venerable! Benito Vázquez Quart de Poblet (Valencia) Noviembre 1993: Corriendo el peligro de quedarse parapléjica por un golpe recibido, me encomendé a la Vble. M. Ana de San Agustín, notando tal mejoría que los médicos no tuvieron necesidad de operarme, valiéndome por mí misma. Mª Dolores Ruíz Pinilla
Mislata (Valencia) 21-2-96: Soy Cristina, y el mes pasado estuvimos mi madre y yo hablando con Vd. Le comenté que yo no tenía trabajo (...). Ese día conocí al Niño Jesús Fundador y le pedí con mucha fe que me saliera una colocación, ya que la situación en mi casa no era muy buena. A los pocos días me llamaron y estoy trabajando en el hipermercado "Pryca" de cajera. Estoy muy contenta, ya que me han contratado para seis meses. Todo se lo debo a la Vble. Ana de San Agustín y su Niño Jesús Fundador. (...) Cristina Donate
San Clemente (Cuenca) 9-3-98: Teniendo una sobrina con ganglios cancerosos, le encomende a la Venerable Ana de San Agustín, alcanzando la gracia de su curación. Emilia Montoya
Madrid, 16-3-96: Difícil es expresar el agradecimiento que debo a la Venerable Ana de San Agustín y a la Comunidad de Carmelitas Descalzas de Villanueva de La Jara, pues gracias a su amparo, protección y oración he podido terminar con éxito las oposiciones de Abogado del Estado. Innumerables son los favores que he recibido de la Venerable y celebro con alegría su pronta Beatificación. Su devoto, Miguel Temboury.
Barcelona, 1990: En el mes de Abril, llegó a casa mi hijo médico y me preguntó cómo me encontraba. Al decirle que no muy bien me llevó a la clínica, me hizo un análisis y al ver los resultados, dijo: inmediatamente hay que operarlo (tenía los días contados). Una hemorragia interior. Al parecer de mi hijo y otros médicos que estaban en el quirófano, creían que no me podían salvar. Mi esposa empezó con gran fe a pedir a la Venerable Ana de San Agustín por mi salud y que acertaran los médicos. A las pocas horas ingresaba en la U.V.I. estando varios días en estado de coma. A los cinco meses salí de la clínica muy recuperado. Juan Conill
Valencia, publicado en julio de 1999. La niña Noelia, muy enferma del corazón, nació sin válvulas; a los dos días tuvieron que operarla. A los seis meses tuvo un derrame cerebral y al poco tiempo, como tenía bocio, le cortaron las bocales sin ninguna esperanza de que pudiera hablar bien. La niña llegó a estar tan grave que la desahuciaron, volviendo a su casa sin ninguna esperanza. Sus familiares empezaron la novena a la Venerable Ana de San Agustín con mucho fervor y confianza pidiendo la salud de la niña. A los pocos días comenzó a mejorar y al presente se encuentra perfectamente sin resentirse de nada, considerándolo como un señalado favor de Ntra. Venerable.
Publicado en junio de 1999. Siendo cocinera Isabel de Santo Domingo, se le derramó una sartén llena de aceite hirviendo sobre un pie, que se le abrasó y quedó lastimosamente llagado. Experimentada de la santidad de la bendita Madre, no quiso aplicarse otra medicina que una carta y cabellos de la Venerable. Se fue a dormir y, en despertando por la mañana, descubrió el pie completamente sano.
TESTIMONIOS DE 2002
SEGOVIA, Octubre 2002. Quiero dar testimonio de la gracia que hemos recibido de la Venerable Ana de San Agustín. Mi esposo Carlos tuvo que sufrir una intervención quirúrgica importante. Gracias a su intercesión ante el Señor, hoy está bien. María Segovia.
Quisiera que intercedieran ante la Venerable Ana de San Agustín para conseguir que «eche una mano» a Luis Manuel y a Fátima. Luis Manuel es un compañero de trabajo, joven, que de manera rápida e inexplicqble se ha visto aquejado por una enfermedad de origen vírico que lo llevó hasta la U V.I. del hospital en un estado de gravedad que hizo temer por su vida. En los primeros días, los médicos no encontraban la forma de atajar su enfermedad. Una buena amiga de Luis me pidió que si sabía rezar, rezara. Así lo hice y, como en otras ocasiones, recurrí a la Venerable Ana. En otros momentos me ha ayudado y confío de nuevo en su intervención. Pero como ustedes la tienen más cerca, les agradeceré que le hablen también de Luis. Hoy ha salido de su extrema gravedad. Cristina su amiga, me ha dicho que le diera las gracias a «esa monja, amiga tuya». Así lo transmito, muy agradecido. Quisiera que de nuevo se dirijan a la Venerable Ana y le pidan que ayude a Fátima, aunque sólo sea para calmar su dolor y aliviar un poco sus males. ANÓNIMO.
SEGOVIA, Octubre 2002 Le pedí al Señor por medio de la 'Venerable Ana de San Agustín" la recuperación de un hermano de una gran depresión que hacía sufrir mucho a sus hijos y señora, y se ha curado. Prometí al Señor comunicárselo a Udes. para que lo publiquen. Agustina Rodríguez.
SEGOVIA, Octubre 2002 Quiero comunicarles la gracia que he obtenido por intercesión de la Venerable Ana de San Agustín. Mi madre estaba enferma hacía dos años, y no se curaba. Recé la novena a la Venerable Ana y el último médico que la asistió descubrió la causa de la enfermedad. Ahora se encuentra bien. Trinidad Esteva.
SEGOVIA. Noviembre 2002 A mi hermano le apareció un bulto en el pecho, yo me sentía muy preocupada por lo que pudiera ser. Lo encomendé a la Venerable Ana de San Agustín, y después de hacerle las pruebas, el resultado fue benigno al extirpárselo. Doy gracias a Dios y a la Venerable Ana por este favor recibido. María del Carmen.
Valencia, 2-12-2002 Le doy las gracias a la V. M. Ana de San Agustín, por haberle concedido un trabajo a mi marido y ayudarnos en nuestro matrimonio. Le pido siga intercediendo por nosotros y le conserve el trabajo. Le pido también por una hermana enferma de cáncer. Mando la limosna que le prometí. Maribel Añón.
Segovia, Diciembre de 2002 Estando mi cuñado muy enfermo no pudiendo operarle, me puse a rezar la novena de la Venerable Ana de San Agustín. Al día siguiente ya pudo ser intervenido quirúrgicamente. Su recuperación fue muy rápida quedando los médicos asombrados. ¡Gracias Venerable Madre! Paula C.
SEGOVIA. Diciembre 2002
Estoy sumamente agradecida por tres favores que le pedí a la Venerable Ana de San Agustín concediéndomelos por su intercesión. Manuela Corroles.
Chirivella (Valencia) Diciembre de 2002 Viéndome debajo de la axila del brazo derecho un grano con pus, acudí a la Venerable Ana de San Agustín aplicándome su rosario. A los cuatro días se reventó. Pasado un poco de tiempo volví al médico, diciéndome que eso había sido un milagro grande pues estaba totalmente curado. En acción de gracias visito su sepulcro acompañada de mi marido Tornero Rojas. Angelita Palacios.
AVISO
Suplicamos encarecidamente a las personas que se vean favorecidas con alguna gracia de la Venerable, se dignen comunicarlo a la Rvda. M. Priora de las Carmelitas Descalzas, c/ Santa Teresa, 2 - 16230 Villanueva de la Jara (Cuenca), ESPAÑA, quien les agradecerá también, de corazón, cuantas limosnas envíen para sufragar los gastos del proceso de beatificación. |