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General: REGNUM CHRISTI 16 de mayo 2014
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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: Isabel B Atan  (Mensaje original) Enviado: 15/05/2014 23:37

 




16 de Mayo de 2014 Meditación semanal

Amar es cumplir la ley.
2014-05-19
- 19-05-2014
La alegría de Cristo es nuestra paz.
2014-05-20
- 20-05-2014
Con Cristo, todo. Sin Él, nada.
2014-05-21
- 21-05-2014
Permanecer fiel al amor de Cristo.
2014-05-22
- 22-05-2014
La vida en Cristo.
2014-05-23
- 23-05-2014
El espíritu del mundo.
2014-05-24
- 24-05-2014
El don por excelencia de Cristo.
2014-05-25
- 25-05-2014



Amar es cumplir la ley.
2014-05-19



Oración preparatoria

Señor, permite que esta oración prenda una fuerte, vigorosa e indestructible pasión por cumplir siempre, y sobre todas las cosas, tu mandamiento del amor. Que esta pasión acabe con mi mediocridad, con mi cobardía, con mi temor y, sobre todo, con mi egoísmo.
Petición (gracia/fruto que se busca)

Jesús, que permanentemente tenga la pasión de conquistar, por amor a Ti, la santidad.
Texto base para entablar el diálogo con Dios

Del santo Evangelio según san Juan 14, 21-26

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «El que acepta mis mandamientos y los cumple, ése me ama. Al que me ama a mí, lo amará mi Padre, yo también lo amaré y me manifestaré a él».

Entonces le dijo Judas (no el Iscariote): «Señor, ¿por qué razón a nosotros sí te nos vas a manifestar y al mundo no?». Le respondió Jesús: «El que me ama, cumplirá mi palabra y mi Padre lo amará y vendremos a él y haremos en él nuestra morada. El que no me ama no cumplirá mis palabras. Y la palabra que están oyendo no es mía, sino del Padre, que me envió.

Les he hablado de esto ahora que estoy con ustedes; pero el consolador, el Espíritu Santo que mi Padre les enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo cuanto yo les he dicho».

Palabra del Señor.
Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal)
Amar es cumplir la ley.

«Es evidente que cuando los autores del Nuevo Testamento quieren reducir a una última síntesis, a lo más esencial, el mensaje moral cristiano, nos presentan la exigencia ineludible del amor al prójimo: “Quien ama al prójimo ya ha cumplido la ley [...]

De modo que amar es cumplir la ley entera”. Así san Pablo, para quien el precepto del amor no sólo resume la ley sino que constituye su corazón y razón de ser: “Toda la ley alcanza su plenitud en este solo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Y presenta a sus comunidades la vida cristiana como un camino de crecimiento en el amor: “Que el Señor os haga progresar y sobreabundar en el amor de unos con otros, y en el amor para con todos”. También Santiago exhorta a los cristianos a cumplir “la ley real según la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, para no fallar en ningún precepto» (S.S. Francisco, exhortación apostólica Evangelii gaudium, n. 161).

Propósito

Me ofreceré a colaborar en un ministerio parroquial u otro apostolado católico por amor a Cristo y a su Iglesia. Si ya colaboro, pondré más amor y dedicación a mi misión.

«Hagan de la vida familiar una escuela doméstica de hombres y de cristianos íntegros, en la que los hijos aprendan a amar, a respetar a Dios, a asimilar y vivir sus leyes, a ver la vida con ojos de bondad y de esperanza, a valorar al prójimo»

(Cristo al centro, n. 895).




La alegría de Cristo es nuestra paz.
2014-05-20



Oración preparatoria

Oh Señor, ayúdame a comenzar esta oración con la conciencia de que Tú eres el único camino para encontrar la paz en mi vida; que todas las personas, bienes y acontecimientos son sólo instrumentos que Tú pones en mis manos para que pueda amarte y servirte por medio de ellas.
Petición (gracia/fruto que se busca)

Jesús, dame tu paz y la gracia de iniciar este día orientando hacia Ti todo lo que soy y todo lo que tengo.
Texto base para entablar el diálogo con Dios

Del santo Evangelio según san Juan 14, 27-31

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «La paz les dejo, mi paz les doy. No se la doy como la da el mundo. No pierdan la paz ni se acobarden. Me han oído decir: “Me voy, pero volveré a su lado”. Si me amaran, se alegrarían de que me vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Se lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, crean.

Ya no hablaré muchas cosas con ustedes, porque se acerca el príncipe de este mundo; no es que él tenga poder sobre mí, pero es necesario que el mundo sepa que amo al Padre y que cumplo exactamente lo que el Padre me ha mandado».

Palabra del Señor.
Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal)
La alegría de Cristo es nuestra paz.

Nosotros pensamos siempre en Jesús cuando predicaba, cuando sanaba, cuando caminaba, iba por las calles, también durante la Última Cena... Pero no estamos acostumbrados a pensar en Jesús sonriente, alegre. Jesús estaba lleno de alegría: lleno de alegría. En esa intimidad con su Padre: ´Exultó de alegría en el Espíritu y alabó al Padre´- es precisamente el misterio interno de Jesús, esa relación con el Padre en el Espíritu. Es su alegría interna, su alegría interior que Él nos da.

Esta alegría es la verdadera paz: no es una paz estática, quieta, tranquila. No, la paz cristina es una paz alegre, porque nuestro Señor es alegre. Es alegre cuando habla del Padre: ama tanto al Padre que no puede hablar del Padre sin alegría. Nuestro Dios es alegre. Y Jesús ha querido que su esposa, la Iglesia, también sea alegre.

No se puede pensar en una Iglesia sin alegría y la alegría de la Iglesia es precisamente esta: anunciar el nombre de Jesús. Decir: “Él es el Señor. Mi esposo es el Señor. Es Dios. Él me salva, Él camina con nosotros”. Y esta es la alegría de la Iglesia, que en esta alegría de esposa se hace madre. Pablo VI decía: la alegría de la Iglesia es precisamente evangelizar, ir adelante y hablar de su Esposo. Y también transmitir esta alegría a los hijos que ella hace nacer, que ella hace crecer (Cf. S.S. Francisco, 3 de diciembre de 2013, homilía en capilla de Santa Marta).
Diálogo con Cristo
Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios.
Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo)   

Durante esta semana, visitar a esa persona que vive en soledad su enfermedad, buscando llevarle la paz de Cristo. 


«La caridad engendra siempre alegría y paz»

(Cristo al centro, n. 370).





Con Cristo, todo. Sin Él, nada.
2014-05-21




Oración preparatoria

Señor, quiero permanecer unido a Ti, que no haya nada ni nada más importante. Permite que mi oración transforme mi corazón para que pueda amarte como al único totalmente amable; que mi inteligencia pueda creer en Ti como en él único que no engaña; y que mi libertad pueda elegirte como lo único que colma mis ansias y anhelos.
Petición (gracia/fruto que se busca)

Espíritu Santo, dame el don de saber orar para dar hoy ese fruto abundante que produce tu gracia.
Texto base para entablar el diálogo con Dios

Del santo Evangelio según san Juan 15, 1-8

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. Al sarmiento que no da fruto en mí, él lo arranca, y al que da fruto lo poda para que dé más fruto.

Ustedes ya están purificados por las palabras que les he dicho. Permanezcan en mí y yo en ustedes. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante, porque sin mí nada pueden hacer. Al que no permanece en mí se le echa fuera, como al sarmiento, y se seca; luego lo recogen, lo arrojan al fuego y arde.

Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y se les concederá. La gloria de mi Padre consiste en que den mucho fruto y se manifiesten así como discípulos míos». 

Palabra del Señor.
Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal)
Con Cristo, todo. Sin Él, nada.

«También hoy el Señor repite: “Id...”, y añade: “Yo estoy con vosotros todos los días...”. ¡Esto es fundamental! Sólo con Cristo podemos llevar el Evangelio. Sin Él no podemos hacer nada —lo dijo Él mismo. Con Él, en cambio, unidos a Él, podemos hacer mucho. También un muchacho, una muchacha, que a los ojos del mundo cuenta poco o nada, a los ojos de Dios es un apóstol del Reino, es una esperanza para Dios. A todos los jóvenes desearía preguntar con fuerza, pero no sé si hoy en la plaza hay jóvenes: ¿hay jóvenes en la plaza? ¡Hay algunos! Desearía, a todos ustedes, preguntar con fuerza: ¿quieren ser una esperanza para Dios? ¿Ustedes quieren ser una esperanza? ¿Quieren ser una esperanza para la Iglesia? Un corazón joven que acoge el amor de Cristo, se transforma en esperanza para los demás, es una fuerza inmensa. Pero ustedes, chicos y chicas, todos los jóvenes, ¡ustedes deben transformarnos y transformarse en esperanza! Abrir las puertas hacia un mundo nuevo de esperanza. Ésta es vuestra tarea» (S.S. Francisco, 4 de septiembre de 2013).
Diálogo con Cristo
Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios.
Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo)

Confiando en que unido a Cristo todo se puede, hoy voy a seguir puntualmente todas las inspiraciones del Espíritu Santo.

«Cristo es la vida verdadera, es nuestra esperanza de vida, nuestra promesa de eternidad. Qué dulce y entusiasmante sentirse sarmiento de esta vid imperecedera y vital. De ella aspiramos, a través de los sacramentos, la gracia, la verdad y la santidad. Recomienza todos los días con mucha fe»

(Cristo al centro, n. 742).      




Permanecer fiel al amor de Cristo.
2014-05-22



Oración preparatoria

Señor, perdóname por las palabras o pensamientos contrarios al amor a los demás que he consentido. Te pido perdón por las veces que no he sabido servir a mis hermanos, por las veces que no he sido humilde ante los demás. Ayúdame a empezar este día con una nueva actitud para demostrarte mi amor sincero.
Petición (gracia/fruto que se busca)

Señor Jesús, concédeme tu gracia para saber amarte y servirte en los demás.
Texto base para entablar el diálogo con Dios

Del santo Evangelio según san Juan 15, 9-11

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Como el Padre me ama, así los amo yo. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecen en mi amor; lo mismo que yo cumplo los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi alegría esté en ustedes y su alegría sea plena».

Palabra del Señor.
Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal)
Permanecer fiel al amor de Cristo.

«Jesús no quiere ni cristianos egoístas —que siguen el propio yo, no hablan con Dios— ni cristianos débiles —cristianos que no tienen voluntad, cristianos “telemandados”, incapaces de creatividad, que buscan siempre conectarse a la voluntad de otro y no son libres—. Jesús nos quiere libres, ¿y esta libertad dónde se hace? Se hace en el diálogo con Dios en la propia conciencia. Si un cristiano no sabe hablar con Dios, no sabe oír a Dios en la propia conciencia, no es libre, no es libre.

Por ello debemos aprender a oír más nuestra conciencia. Pero ¡cuidado! Esto no significa seguir al propio yo, hacer lo que me interesa, lo que me conviene, lo que me apetece... ¡No es esto! La conciencia es el espacio interior de la escucha de la verdad, del bien, de la escucha de Dios; es el lugar interior de mi relación con Él, que habla a mi corazón y me ayuda a discernir, a comprender el camino que debo recorrer, y una vez tomada la decisión, a seguir adelante, a permanecer fiel» (S.S. Francisco, 30 de junio de 2013).
Diálogo con Cristo
Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios.
Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo)

Hacer una visita a Cristo Eucaristía para pedir por la nueva evangelización y reafirmar mi convicción de participar de ella.

«Si dejan que Cristo sea su vida, anteponiendo la fe a sus apreciaciones humanas, la esperanza a sus seguridades materiales, y la caridad a todo, entonces su trabajo se cuajará de frutos espirituales, y todos los que les vean, se sentirán atraídos por la fuerza del Espíritu que actúa en ustedes»

(Cristo al centro, n. 743).




La vida en Cristo.
2014-05-23




Oración preparatoria

¡Señor, cuánta seguridad me dan tus palabras en el Evangelio! Nunca estoy solo, Tú me has elegido y por eso estás siempre a mi lado, me ayudas, me acompañas, me sostienes. Tú eres mi paz, mi roca, mi seguridad. Has dado la vida por mí y me esperas en la casa del Padre. Nunca dejes que se enfríe esta alegría pascual.
Petición (gracia/fruto que se busca)

Señor, fortaléceme por medio de esta oración y lléname de tu gracia.
Texto base para entablar el diálogo con Dios

Del santo Evangelio según san Juan 15, 12-17

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado. Nadie tiene amor más grande a sus amigos que el que da la vida por ellos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a ustedes los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que le he oído a mi Padre.

No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los ha elegido y los ha destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca, de modo que el Padre les conceda cuanto le pidan en mi nombre. Esto es lo que les mando: que se amen los unos a los otros».

Palabra del Señor.
Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal)
La vida en Cristo.

«Hemos sido llamados por Dios y llamados para permanecer con Jesús, unidos a él. En realidad, este vivir, este permanecer en Cristo, marca todo lo que somos y lo que hacemos. Es precisamente la “vida en Cristo” que garantiza nuestra eficacia apostólica y la fecundidad de nuestro servicio: “Soy yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea verdadero”.

No es la creatividad, por más pastoral que sea, no son los encuentros o las planificaciones los que aseguran los frutos, si bien ayudan y mucho, sino lo que asegura el fruto es ser fieles a Jesús, que nos dice con insistencia: “Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes”. Y sabemos muy bien lo que eso significa: contemplarlo, adorarlo y abrazarlo en nuestro encuentro cotidiano con él en la Eucaristía, en nuestra vida de oración, en nuestros momentos de adoración, y también reconocerlo presente y abrazarlo en las personas más necesitadas. El “permanecer” con Cristo no significa aislarse, sino un permanecer para ir al encuentro de los otros» (S.S. Francisco, 27 de julio de 2013).
Diálogo con Cristo
Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios.
Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo)

Voy a hacer un pequeño sacrificio, en una de las comidas del día de hoy, por esa persona que me gustaría poder ayudar más.

«Sólo en el realismo de cada jornada, saturada de ocasiones para dar un sí repetido a Cristo, demostrarás la hidalguía de tu amor»

(Cristo al centro, n. 771).




El espíritu del mundo.
2014-05-24



Oración preparatoria

Señor, inicio haciendo un acto de sincera humildad y arrepentimiento, no soy digno de Ti porque la atracción del mundo me domina frecuentemente, pero confío en tu misericordia y en el poder transformante de tu gracia. Permite que sepa abrir mi corazón y mi voluntad para tener un encuentro íntimo contigo en esta oración.
Petición (gracia/fruto que se busca)

Concédeme, Señor, la sabiduría para comprender los signos de los tiempos.
Texto base para entablar el diálogo con Dios

Evangelio

Del santo Evangelio según san Juan 15, 18-21

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Si el mundo los odia, sepan que me han odiado a mí antes que a ustedes. Si fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya; pero el mundo los odia porque no son del mundo, pues al elegirlos, yo los he separado del mundo.

Acuérdense de lo que les dije: “El siervo no es superior a su señor”. Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán, y el caso que han hecho de mis palabras lo harán de las de ustedes. Todo esto se lo van a hacer por mi causa, pues no conocen a aquel que me envió».

Palabra del Señor.
Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal)
El espíritu del mundo.

El Señor quiere que entendamos lo que sucede: lo que sucede en mi corazón, lo que sucede en mi vida, lo que sucede en el mundo, en la historia... ¿Qué significa que suceda esto? ¡Estos son los signos de los tiempos! Sin embargo, el espíritu del mundo nos hace otras propuestas, porque el espíritu del mundo no nos quiere pueblo: nos quiere masa, sin pensamiento, sin libertad.

El espíritu del mundo quiere que vayamos por un camino de uniformidad, pero, como advierte san Pablo, el espíritu del mundo nos trata como si nosotros no tuviéramos la capacidad de pensar por nosotros mismos, nos trata como personas no libres.

El pensamiento uniforme, el pensamiento igual, el pensamiento débil, un pensamiento así difuso. El espíritu del mundo no quiere que nosotros nos preguntamos delante de Dios: ´¿Pero por qué esto, por qué lo otro, por qué sucede esto? O también nos propone un pensamiento según los propios gustos: ´¡Yo pienso como me gusta!´ Pero eso va bien, dicen ellos.... Pero eso que el espíritu del mundo no quiere es esto que Jesús nos pide: el pensamiento libre, el pensamiento de un hombre y de una mujer que son parte del pueblo de Dios y ¡la salvación ha sido precisamente esta! (Cf. S.S. Francisco, 29 de noviembre de 2013, homilía en capilla de Santa Marta).
Diálogo con Cristo
Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios.
Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo)

Limitar hoy el tiempo que dedico a mi esparcimiento en la televisión, o en el internet, y leer un buen libro.

«En Dios coincide perfectamente lo que Él piensa de nosotros y lo que realmente somos: somos lo que Dios piensa de nosotros. En los hombres muchas veces difiere el pensar y el ser. Por eso, no busques lo que piensen los hombres, busca realizar el pensamiento de Dios»

(Cristo al centro, n. 1363).




El don por excelencia de Cristo.
2014-05-25



Oración preparatoria

Señor, la gracia del Espíritu Santo no es algo que pueda merecer o conquistar, sólo puedo recibirla como puro don. Haz que el Espíritu Santo penetre en la dura costra de mi indiferencia y de mi ciego conformismo. Espíritu Santo, hazme sentir tu voz para permanecer en tu amor y ser testigo tuyo.
Petición (gracia/fruto que se busca)

Espíritu Santo, abre mi entendimiento y mi voluntad para que pueda recibir el mensaje de tu Evangelio con un corazón nuevo.
Texto base para entablar el diálogo con Dios

Del santo Evangelio según san Juan 14, 15-21

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Si me aman, cumplirán mis mandamientos; yo le rogaré al Padre y él les enviará otro consolador que esté siempre con ustedes, el Espíritu de verdad». El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; ustedes, en cambio, sí lo conocen, porque habita entre ustedes y estará en ustedes.

No los dejaré desamparados, sino que volveré a ustedes. Dentro de poco, el mundo no me verá más, pero ustedes sí me verán, porque yo permanezco vivo y ustedes también vivirán. En aquel día entenderán que yo estoy en mi Padre, ustedes en mí y yo en ustedes.

El que acepta mis mandamientos y los cumple, ése me ama. Al que me ama a mí, lo amará mi Padre, yo también lo amaré y me manifestaré a él».

Palabra del Señor.
Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal)
El don por excelencia de Cristo.

«El Espíritu Santo es el alma de la misión. Lo que sucedió en Jerusalén hace casi dos mil años no es un hecho lejano, es algo que llega hasta nosotros, que cada uno de nosotros podemos experimentar. El Pentecostés del cenáculo de Jerusalén es el inicio, un inicio que se prolonga. El Espíritu Santo es el don por excelencia de Cristo resucitado a sus Apóstoles, pero Él quiere que llegue a todos. Jesús, como hemos escuchado en el Evangelio, dice: “Yo le pediré al Padre que os dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros”. Es el Espíritu Paráclito, el “Consolador”, que da el valor para recorrer los caminos del mundo llevando el Evangelio. El Espíritu Santo nos muestra el horizonte y nos impulsa a las periferias existenciales para anunciar la vida de Jesucristo. Preguntémonos si tenemos la tendencia a cerrarnos en nosotros mismos, en nuestro grupo, o si dejamos que el Espíritu Santo nos conduzca a la misión» (S.S. Francisco, 19 de mayo de 2013).

Diálogo con Cristo
Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios.
Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo)

Invocando la gracia del Espíritu Santo, hoy voy a poner más esfuerzo en hacer las cosas ordinarias del día, de una manera extraordinaria, por amor a Jesús.
«Hacer un hábito, el pensar y el hablar tus cosas con el Espíritu Santo»




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