Para huir de los chismes, cuando los demás se deleitan en ellos.
Para defender a una persona ausente a quien se crítica abusivamente.
Para ser verdaderamente hombre o mujer aferrándose a nuestros ideales, cuando esto nos hace parecer extraños o singulares.
Para guardar silencio, en ocasiones que una palabra nos limpiaría del mal que se dice de nosotros pero perjudicaría a otra persona.
Para vestirnos según nuestros ingresos y negarnos lo que no podemos comprar.
Para vivir según nuestras convicciones.
Para ser lo que somos y no pretender ser lo que no somos.
Para decir rotundamente y dignamente no, cuando los que nos rodean dicen sí.
Para vivir honradamente dentro de nuestros recursos y no deshonradamente a expensas de otros.
Para ver en las ruinas de un desastre que nos mortifique y humille, los elementos de un éxito futuro.
Para negarnos a hacer una cosa que es mala aunque otros lo hagan.
Para pasar las veladas en casa, tratando de aprender.