24 de Mayo del 2014
Mensaje Público
PARA TODO EL CLERO
DE PARTE DE SAN JUAN-MARÍA VIANNEY, EL CURA DE ARS
Introducción a las Amonestaciones
San Juan-María Vianney, el Cura de Ars, dice: “Alabado sea Jesús.”
“Hermanos míos, vengo a ustedes por mandato del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Llevo a sus corazones crítica amorosa y constructiva. La crítica constructiva edifica, fortalece y,
si se recibe bien, nunca destruye.”
“Si mis palabras los ofenden, son ustedes los que
más necesitan corrección. Yo no vengo
con ninguna inclinación a suprimir la verdad, sino, más bien, para poner al
descubierto la luz de la verdad.”
“Reconozcan el Espíritu de la Verdad en lo que fui
enviado a decir.”
Oración Diaria
“Querido Jesús, ayúdame a recordar que mi
vocación debe estar basada en el Amor Santo.
Esto será la protección y fuerza que necesito para ser santo, pues sé
que mi vocación es solamente tan fuerte como yo sea santo. Ayúdame, querido Jesús, a no ser egoísta en
el uso de mi tiempo y a ser siempre solícito a las necesidades espirituales de
mi rebaño. Dame el valor para proclamar
la diferencia entre el bien y el mal.
Nunca permitas que abuse de mi autoridad ni que negocie la verdad. Ayúdame a verte a Ti en cada alma.”
“Aliéntame a rezar cuando estoy cansado,
a amar cuando no siento amor y a abrir siempre mi corazón a las necesidades
espirituales de los demás. Amén.”
1ª Amonestación
“Hermanos míos,
el Cielo no está ciego al bien que están realizando y al progreso espiritual
que están haciendo con algunas almas y en algunas diócesis. Al mismo tiempo, Jesús y Su Madre también ven
la mano del mal en medio de ustedes.”
“Pueden
estremecerse por estas palabras y verlas como controvertidas. Pero, de hecho, estas palabras deben
inspirarlos a ver dentro de sus corazones y de sus rangos para erradicar el
pecado y el error. Les recuerdo que
ustedes no son infalibles. Solamente por
medio de una purificación de sus iniquidades cada uno de ustedes podrá
desempeñar mejor su vocación. Entonces
se fortalecerán y sus vocaciones estarán más seguras.”
“En primer
lugar, deben definir claramente el pecado desde el púlpito. No traten de ser transigentes con ningún
pecado para tranquilizar o complacer a alguna persona o grupo de especial
interés.”
“No supriman la
verdad para obtener o mantener poder o autoridad de élite, reputación o
provecho económico.”
“No consideren
su vocación como algunos la consideran:
una profesión secular. No
compitan en el cargo para obtener beneficios o un estatus superior,
desestimando así el cimiento de su vocación:
la salvación de las almas.”
“Nunca se involucren en la actividad sexual destruyendo con eso su
propia alma y la de los demás. Eso es un
mal espíritu; el espíritu de la
homosexualidad y la lujuria.”
“Termino por
ahora. Jesús me va a pedir que regrese
con mucho más.”
Lean 1ª Timoteo 6:11-18
Tú, en cambio, hombre de
Dios, huye de estas cosas; corre al
alcance de la justicia, de la piedad, de la fe, de la caridad, de la paciencia
en el sufrimiento, de la dulzura. Combate
el buen combate de la fe, conquista la vida eterna a la que has sido llamado y
de la que hiciste aquella solemne profesión delante de muchos testigos. Te recomiendo en la presencia de Dios, que da
vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que ante Poncio Pilato rindió tan
hermoso testimonio, que conserves el mandato sin mancha ni culpa hasta la
Manifestación de nuestro Señor Jesucristo, que a su debido tiempo hará patente
el Bienaventurado y único Soberano, el Rey de los reyes y el Señor de los
señores, el único que posee inmortalidad, que habita en una luz inaccesible, a
quien no ha visto ningún ser humano ni lo puede ver. A él el honor y el poder por siempre. Amén.
2ª Amonestación
“Hermanos míos,
eviten ofenderse o cegarse a esta crítica constructiva. Jesús me envía para fortalecer sus corazones
y vocaciones para los días por delante.
No ignoren lo que digo por reprobar la fuente. Solemnemente les digo que soy yo, el Cura de
Ars, quien viene a hablarles.”
“Si se les da
la gracia de una aparición celestial en su diócesis o si se les encomienda
revisar algún fenómeno espiritual de este tipo, tienen la seria obligación de
considerar esto con un corazón abierto.
Son muchísimos, muchísimos los que han sido frenados y las gracias que
los acompañaban quedaron desatendidas.
Estas apariciones y mensajes celestiales con mucha frecuencia son
considerados por el obispo del lugar como una interferencia y competencia. Consecuentemente, se da todo paso visible e
invisible para desacreditar las visiones y al vidente.”
“Si se realiza una ‘investigación’, muchas veces no se hace con el
motivo honesto de descubrir la verdad, sino más bien con el motivo oculto de
aparentar investigar a fin de afirmar que la gracia del Cielo no es auténtica.”
“Además, decir
que nada sobrenatural sucede nunca es cierto en ninguna parte. El Espíritu Santo y Satanás luchan para ganar
dominio en cada momento presente, en todas partes, en cada alma.”
“El
Cielo actúa
como quiere. Nadie puede ordenar cuándo
o dónde hablará el Cielo o por cuánto tiempo.
Para la Jerarquía, tal vez este es el punto más difícil de aceptar. De
hecho, sé que lo es. Ustedes no tienen control sobre lo que el
Cielo dirá o hará. No confían en que el
Cielo los fortalece a ustedes y a los laicos.
Ustedes tratan de limitar al Espíritu Santo.”
“Recen pidiendo
humildad de corazón para aceptar lo que les digo hoy.”
Lean Efesios 4:10-16
Éste
que bajó es el mismo
que subió por encima de todos los cielos, para llenar el universo. Él
mismo dispuso que unos fueran apóstoles; otros, profetas; otros,
evangelizadores; otros, pastores y maestros, para la adecuada
organización de los santos en las funciones del ministerio, para
edificación
del Cuerpo de Cristo, hasta que lleguemos todos a la unidad de la fe y
del
conocimiento del Hijo de Dios, al estado de hombre perfecto, a la plena
madurez
de Cristo. Para que no seamos ya niños,
llevados a la deriva y zarandeados por cualquier viento de doctrina, a
merced
de la malicia humana y de la astucia que conduce al error, antes bien,
con la
sinceridad en el amor, crezcamos en todo hasta aquel que es la cabeza,
Cristo,
de quien todo el cuerpo recibe trabazón y cohesión por la colaboración
de los
ligamentos, según la actividad propia de miembro, para el crecimiento y
edificación en el amor.
Lean 1ª Tesalonicenses 5:19
No extingan el Espíritu.
3ª Amonestación
“Hoy le
recuerdo a la Jerarquía que ante todo son sacerdotes, después son obispos y
cardenales. Todos los sacerdotes deben
esforzarse en su santidad personal. No
hay santidad fuera del Amor Santo. Ellos
deben ser ejemplo de Amor Santo de palabra y obra para su rebaño. Esto se refiere a que no haya ninguna agenda
oculta para beneficio personal ni abuso de autoridad.”
“Ante todo, la labor de los sacerdotes es hacer que los Sacramentos
estén disponibles para las personas. La
recepción de los Santos Sacramentos necesita ser promovida desde el
púlpito. Ofrecer media hora de confesión
por semana muestra poco interés por el bienestar espiritual del rebaño de
cualquier sacerdote. Esto es el mal
fruto de la negligencia o renuencia a predicar sobre el pecado.”
“Un sacerdote
necesita proteger su vocación por medio de la oración y el sacrificio. Necesita dejar que el Señor llene su corazón
y su tiempo libre. Tiene que ser un
líder espiritual, no un dirigente social.”
“La parroquia
que aliente a la Adoración Eucarística será bendecida enormemente. Muchas vocaciones surgirán de parroquias
donde se aliente esto. No pueden esperar
que broten y florezcan vocaciones en parroquias que obran con escándalo.”
“La Iglesia
necesita abrazar la santidad personal nuevamente; primero, por medio de la Jerarquía y de los
sacerdotes.”
4ª Amonestación
“Mi exhortación
final para los sacerdotes es la siguiente.
Su vocación solamente será tan fuerte como sean santos. La única forma de ser santo es a través de la
aceptación del Amor Santo, pues el Amor Santo es la personificación de los Diez
Mandamientos. Por medio del Amor Santo
encontrarán su camino a una vida de oración más intensa y estarán abiertos a sacrificios
grandes y pequeños.”
“El Señor desea su proeza espiritual, pues a través de sus fortalezas
Él es fuerte. Por sus esfuerzos en la
santidad personal es como Él puede llegar y llegará a los demás.”
“Nada de lo que
he dicho aquí a los sacerdotes y a la Jerarquía puede o debe modificarse. No vine para lastimar egos, sino para llamar
a todo el Clero de regreso a la verdad.
Si no hacen un esfuerzo sincero para buscar y vivir en la verdad, su
vocación está en riesgo. Si utilizan su
autoridad para oponerse a la verdad o para manipular personas y situaciones
para cualquier provecho personal, ustedes no son un instrumento de Dios, sino
de Satanás.”
“No, no voy a
modificar mis palabras. Debo entregarles
la verdad tal como he sido enviado a hacerlo sin transigencias. Debo ser inflexible en mi llamado por la
unidad de todo el Clero en las verdades de la fe sin matices ni concesiones y
sin descalificar al Vaticano II.”
“Analicen todo lo que les he dicho sin sarcasmo, más bien con
corazones sinceros.”
Lean Efesios 4:1-7, 11-16
…vivan de una manera digna de la vocación con que
han sido llamados, con toda humildad, mansedumbre y paciencia, soportándose
unos a otros por amor, poniendo empeño en conservar la unidad del Espíritu con
el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y
un solo Espíritu, como una es la esperanza a que han sido llamados. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo,
un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, actúa por todos y está en
todos. A cada uno de nosotros le ha sido
concedida la gracia a la medida de los dones de Cristo.
Él
mismo dispuso que unos fueran apóstoles; otros, profetas; otros,
evangelizadores; otros, pastores y maestros, para la adecuada
organización de los santos en las funciones del ministerio, para
edificación
del Cuerpo de Cristo, hasta que lleguemos todos a la unidad de la fe y
del
conocimiento del Hijo de Dios, al estado de hombre perfecto, a la plena
madurez
de Cristo. Para que no seamos ya niños,
llevados a la deriva y zarandeados por cualquier viento de doctrina, a
merced
de la malicia humana y de la astucia que conduce al error, antes bien,
con la
sinceridad en el amor, crezcamos en todo hasta aquel que es la cabeza,
Cristo,
de quien todo el cuerpo recibe trabazón y cohesión por la colaboración
de los
ligamentos, según la actividad propia de miembro, para el crecimiento y
edificación en el amor.