Soledad, me abrazas y me quieres, pero yo deseo compañía, ya sé que soy poca cosa, pero me gusta tu dicha. Soledad, me acaparas noche y día, pero yo deseo una amistad, que me quiera con sinceridad, y no se apague en la oscuridad. Soledad, un rato contigo se agradece, pero la compañía, si es buena, es grata, y yo desconozco dónde se esconde, porque a mí me ignora y conmigo no camina. Soledad, tú y yo nos entendemos mucho, pero llevamos muchísimo tiempo juntas, y una mano necesito amiga, para que en el silencio de nuestra compañía, la armonía entre en mi vida. Soledad, tampoco ahora te entiendo ya, porque me acaparas demasiado , y yo preciso de alguien que me diga te quiero, preciso de alguien que se acuerde que existo, y que no que no soy un corazón muerto. Soledad, me gusta que me hagas compañía, pero la ausencia de amistad es mi día a día, y no aguanto un día más sin armonía, porque la vida en soledad es un desdicha, si dicha soledad te acompaña todas las horas del día. Compañía, yo no sé dónde te alojas, con quien estás y a quién escoges, pero, por favor, si eres buena, recuerda que la vida te necesita, no te sumergas en la oscuridad, porque donde no se te ve, compañía, allí ni hay armonía, alegría ni paz.
Autora: Rosa Mª |