Los celos matan el amor pero no el deseo. Este es el verdadero castigo de la pasión traicionada. Odias a la mujer que rompió el pacto de amor, pero sigues deseando porque su traición fue la prueba de su propia pasión. Carlos Fuentes
Ilusión que ya no habrá de ser frustración dolorosa, inexplicable felonía sin duda incomparable y burlado que ha sido tu querer
Es dolor, tan dura la traición el engaño grosero y sin pudor en la boca amargo es el sabor y jirones el pobre corazón
Esa pena sin fin, tanto lo amabas esperabas sus labios cada día dulce beso tu boca apetecía y tu piel que de antojo se quemaba
Es tristeza que no puedes soportar puro llanto incesante y obstinado ya la fe te ha robado ese malvado es asunto que no habrás de perdonar