No
te involucres tanto en el esfuerzo en si mismo, como para llegar a
perder de vista por qué lo estás haciendo. Recuerda siempre que hay una
persona viviendo, sintiendo, sabiendo dentro de ti.
No
quedes tan abrumado por las consecuencias de tus equivocaciones como
para no poder aprender de sus valiosas lecciones. Recuerda siempre que
en cualquier experiencia de vida hay montones de aspectos positivos.
No
llegues a enojarte o amargarte tanto, o a sentir tal resentimiento como
para llenar de oscuridad el mundo en el que vives. Recuerda siempre que
estás conectado con todo lo que ves y todo lo que sabes.
No
te apresures a juzgar a la ligera a las personas y situaciones que se
crucen en tu camino. Recuerda siempre que son más de lo que aparentan a
primera vista.
No
uses nada de lo que pueda haber ocurrido, como una excusa para darte
por vencido. Recuerda siempre que puedes marcar una diferencia en este
momento y avanzando con decisión, deja atrás cualquier contratiempo.
Recuerda siempre que la vida es mágica, milagrosa, con ilimitadas posibilidades. Y aquí estás ahora para vivirla a pleno
(Edith Alicia)