DE CORAZON
¿Sabes para qué he nacido? Tan sólo para amarte, para ser en tu vida el oasis sereno que frescor va a brindarte, cuando la sed te oprima.
¿Sabes qué hay en mis manos? Caricias a raudales, tenues como la brisa, que morirán gustosas en ti, cual los rosales que expirando perfuman.
¿Sabes para quién guardo yo toda la ternura que alientan mis entrañas? Para ti, para que no te rocen ni penas, ni amarguras, para entibiarte el alma...
¿Sabes cuánto te quiero? ¡Tanto, tanto que no hay palabras capaces de expresarlo! ¡Tanto, tanto te quiero que es imposible, aunque el pecho me abras, que puedas calcularlo!! A.D. BESOS
|