Como han de ser tus ojos
Mujer... no tendré un beso de niño para ti ni de viejo, ni de sátiro... cuando vengas no besaré tus mejillas ni tu frente, ni tus labios.
Pondré mi boca en los pliegues recogidos de tus párpados y beberé el agua clara que suba a tus ojos claros.
Trae unos ojos azules, mujer, trae unos ojos azules, de un azul tranquilo y claro que tengo sed... sed de peregrino cansado de muchas jornadas duras por caminos solitarios.
Y quiero llevar mis labios al agua clara y tranquila de un remanso que refleje un cielo tranquilo y claro.