Una vez tuve un sueño, y fue el ser mejor persona. Una vez tuve una esperanza, de llenar la vida de cosas agradables. Una vez tuve deseos, sí, deseos que no fueron realizables. Ahora, despierta, sin sueños, recorro el camino de la vida, como una obra de teatro, en el que actúo porque existo, en el que existo porque cobardía tengo. Ahora, ya ni tan siquiera sé si deseos tengo; porque sin sentido actúo en este teatro; un teatro en el que no sé qué papel hago. Ahora, sé que mi existencia es un papel, en el que no sé jamás qué debo hacer. Una vez dejé de querer mi existencia, dejé de actuar en este teatro de la vida, y ahora faltan muchas muchas piezas. Ahora, mi existencia es un completo vacío, que no sé cómo empezar ni siquiera llenar, en este complicado mundo sin sentido. Ahora, no sé de dónde sacar fuerzas, de dónde hacer que la debilidad muera, para que venza la esperanza y la fortaleza. Ahora, sé que no quiero ser como soy, pero no sé cómo empezar el nuevo papel, el papel que me llene de sentido y algún valor.
Autora: Rosa Mª |