LA AUTOESTIMA
Saberse valorar es imprescindible para tener una buena salud física y mental. A muchos de nosotros nos han enseñado a ser demasiado modestos, subestimando nuestras cualidades. Y esta actitud puede resultar nefasta para nuestro correcto desarrollo psíquico. Pero todavía está a tiempo de mejorar su autoestima.
Cuando nos colocamos ante un espejo y vemos nuestra imagen reflejada en él, podemos aceptarla o no. Quizás nos gustaría ser más altos, o más delgados. Quizás deseáramos tener un temperamento más fuerte o tener la virtud de callar a tiempo.
Esos deseos no importan, siempre que aceptemos que ser bajitos tiene sus ventajas o que nuestro genio es así y lo máximo que podemos hacer es tratar de controlarlo.
El origen de la autoestima es múltiple, pero, sobre todo, lo que más influye "es el microclima en el que individuo ha crecido y en el que vive, es decir, las relaciones con las personas más próximas a él, como familiares, padres, hermanos, amigos, compañeros….", Por regla general nos valoramos en función de como nos ven esas personas. En el colegio la autoestima va a surgir cuando comparen nuestros logros con los de otros compañeros; en nuestra familia, de aquellos que no digan respecto a nuestro comportamiento. Si estimulan en el niño aquello en lo que sobresale , crecerá pensando de sí mismo que, aunque hay cosas que no se le dan bien hay otras en las que puede competir sin temor a fracasar.
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