En Pontevedra, además de admirar los numerosos rincones, plazas, y soportales que invitan al paseo y la charla, si uno alza la vista se encuentra con hermosas balconadas decoradas con bellas flores. Todo un lujo para la vista
Una amistad como la nuestra es un regalo precioso… Podemos contar nuestros más íntimos sueños y anhelos, Eres una luz que ilumina mi vida y tienes un lugar muy especial en mi corazón
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Santos del día 26 de Agosto
Teresa de Jesús, Ceferino, Junípero Serra, Victor, Balduino, Cesáreo de Arles, Clemente, Bonifacio. VÍCTOR
El nombre procede del latín victor, es decir, victorioso y ha dado lugar también a Víctores, Victorio, Victorino, Victorianio. Comparte la raíz con vincens, que nos ha dado Vicente y Vicencio (adaptación del italiano Vincenzo). Tienen ambas formas en común, que proceden del mismo verbo vincere (vencer). Siendo la única diferencia entre ambos que, mientras vincens es la forma del participio presente del verbo, víctor hace referencia a una cualidad permanente. Fue un nombre muy popular durante los primeros siglos del cristianismo, pues de este modo se quería honrar la victoria de Cristo. Pero en la edad media disminuyó mucho su uso, para volver a experimentar un gran auge y extenderse por toda Europa a partir de la Revolución francesa. En el siglo XIX, con la exaltación del patriotismo, volvió a tener un notable resurgimiento. En el siglo XX ha habido cierto retroceso, pero en cambio su femenino Victoria, está en pleno vigor.
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