Pero la experiencia muestra que es el amor
el que realmente todo lo puede.
Es el amor el que apacigua e ilumina.
Es el amor el que une y el que alegra,
es el amor el que acerca y el que cura.
Sólo el amor nos hace de verdad hijos de Dios
y auténticos hermanos de los demás.
Todo lo puede el amor, pero muchos
tienen que sufrir serios golpes antes de aprender
que el amor está por encima del poder y el poseer.
Cuesta aprender que:
"No hay dificultad por muy grave que sea,
que el amor no la supere".
No hay enfermedad por muy grave que sea,
que el amor no la sane.
No hay puerta por muy cerrada que esté,
que el amor no la abra.
No hay distancias por muy extremas que sean,
que el amor no las acorte.
No hay muro por muy alto que esté,
que el amor no lo derrumbe.
No hay pecado por muy grave que sea,
que el amor no lo redima.
No importa cuán serio sea un problema
o cuán desesperada una situación,
el amor tiene poder para superar todo esto
porque el amor todo lo vence.
La clave está en vivir para amar,
y no en vivir para poseer,
o para dejarse embrujar por el poder.
de la red
besitos