Si me muriera sin poder olvidarte y después de la muerte se llega a alguna parte, preguntaré si hay sitio para mí junto a ti, y Dios seguramente responderá que sí. José Ángel Buesa
El césped, río bravío era trigo tu cabello remanso, lucía bello tus besos sabían míos
Celeste cielo sureño imitación de tus ojos y bellos tus labios rojos traviesa dama con dueño
Intención de ser feliz desatinado el amor caricias, todo el calor de travesura el matiz
Importa este gran querer la tibieza del abrazo placer de sentir sus brazos y que todo puede ser