Podrá nublarse el sol eternamente, podrá secarse en un instante el mar, podrá romperse el eje de la tierra como un débil cristal. ¡Todo sucederá!. Podrá la muerte cubrirme con su fúnebre crespón, pero jamás en mí podrá apagarse la llama de tu amor. Gustavo Adolfo Bécquer
Ojos verdes, tan hermosa de piel blanca, inmaculada así surgió de la nada intenso perfume a rosas
Dulce sueño, mi ilusión bella dama y la tibieza y ninguna la certeza berretín por la ficción
No lo puedo develar es asunto delicado corazón enamorado que no deja de penar
Utopía, fantasía una trampa de la mente junto a su tumba insistente aguardo por su alegría