LAS MANOS
DE CHIQUITO BENITEZ
Me dejaron las caricias
más tiernas sobre mis mejillas,
las manos aquellas
me suministraron la ternura
que necesitaba,
y la recepcionó mi alma
segura,
las sintieron mi corazón
sensible
que se aferró a ellas,
como evidencia
de esa señal inconfundible,
del verdadero amor...
Las manos propias
me han dado satisfaciones,
las he puesto a disposición
de aquella persona
que la ha solicitado,
dejé mi tacto como sello
en otros cuerpos indefensos,
y pude experimentar,
que hice bien en tocarlos;
al mismo tiempo,
he recibido
respuestas,
aceptando que manos ajenas
tocaran mi humanidad,
en medio de conzuelos
y pasajes de tristezas,
para que me aliviaran el alma,
y me permitiera respirar el aire
más puro,
que tanto ansiaba...
Todo parece simple,
con un solo roce de piel,
se muere la soledad
si sentimos que otras manos
llegan a tocarnos,
acaso, porque llegan
en el momento justo,
haciéndonos sentir
que tenemos mucho para
vivir,
que los sueños no se escapan
de las manos,
que nuestros ideales están
presentes,
y que las caricias
animan al alicaído,
aunque parezcan ajadas
por el paso del tiempo...
BESOS..