Mi piel sobre tu piel se encontraba, mis labios y los tuyos eran unos, ambos cuerpos se fusionaban, en una historia apasionada de amor, en algo que tú y yo buscábamos. Ahora, ..., todo es un triste recuerdo, ya nada siento por esa pasión ni deseo, tal vez lo que sienta sea eso... deseo. Pero la realidad no es fantasía, ya prefiero no tener sueños, prefiero no buscar ya en anhelos. Ya sólo me queda una realidad, la realidad solitaria de mi cuerpo, con sus sensaciones, con sus misterios; ya sólo me queda pensar en el recuerdo. Ya sólo tengo mis solitarias sensaciones, extrañas, tal vez buenas, tal vez malas. Ya sólo tengo fantasías no cumplidas, días pasados sin que pase nada nuevo, instantes que se fusionan en pasado, momentos que anhelan amor y besos. Mi cuerpo grita algo que no entiendo, no entiendo la ansiedad y el anhelo, no comprendo en la soledad encontrada, no puedo comprender la vitalidad hallada, no puedo satisfacer necesidades innatas. Y ahora, en mi solitaria realidad, en una persona que no sabe hacia dónde va, en una persona que vida y muerte son real, nada sé qué me está aconteciendo, tan sólo es mi cuerpo el que grita, y mi pensamiento... no sabe qué determinar. Y ahora... en la soledad de mis recuerdos, en esas caricias que tanto llenaron el encuentro, en ese primer beso que, aunque tarde, fue para mí como fuego, encuentro y desenfreno, en esa fusión de los cuerpos tan hallados, en ese creer sentirme hallada y amada, ahora... no sé qué es lo que realmente deseo. Si ser mujer que cumple sus deseos, o tan sólo una mujer que no se desea, y que tan sólo desprecia su sentido cuerpo. Ahora... tras haber pasado el tiempo..., tras haber probado el apasionado amor, pero sin huellas ni tan siquiera el deseo, ahora... con mi solitaria realidad... en la que nada puede satisfacer mi necesidad, en la que nada puede cumplirse un anhelo, viajo por un mundo lleno de sentimientos, sentimientos que desconozco por momentos, a instantes lleno de pasión y de amor para dar, a instantes vacía y esperando la muerte pasar.
Autora: Rosa Mª |