De repente abro los ojos, la luz del sol entra por la ventana, las sombras han desaparecido y con ellas mis sueños. Entre mis brazos una almohada, en mi corazón la pena y la tristeza de no tenerte a mi lado y la ilusión y la esperanza de que de nuevo llegue la noche y con ella volvamos a unirnos. Sé que un día, al despertar no sentiré pena, ni tristeza porque entre mis brazos estarás tu, y en mi corazón sólo habrá amor. En ese momento, cuando ese día llegue no temeré la llegada del nuevo día porque eso no significa que hemos de separarnos, seguiremos juntos.... en mis sueños...
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