Dime, amigo, ¿lo eres verdad?;
por tu bondad, sé que lo eres;
por tu constancia, sé que estás;
por tus huellas, sé que me quieres,
y que no me quieres dejar atrás.
Dime, amigo, ¿por qué te importo?;
¿te importo de verdad?;
¿o todo es una máscara,
para que crea en la palabra amistad?.
Dime, amigo, ¿quieres llevarme contigo?.
Si lo haces, no me lleves por pena,
sino porque te nazca con cariño,
y sin falsedad y con gran fuerza.
Dime, amigo, ¿porqué cuando te quiero,
escondido te encuentras?.
¿Por qué en mi oscuro camino,
no apareces entre las tinieblas?.
Dime, amigo, ¿te sirve de algo mi compañía?.
¿te proporciono a ti alguna fortaleza?.
¿O somos sólo dos seres que se juntan,
porque la soledad les aterra?.
Dime amigo, ¿acaso te encuentras vacío?.
¿Acaso es que tú también débil te hallas?.
Pues entonces, toma mi mano,
camina conmigo,
que aunque, no sea la mejor compañía,
algo ... algo ... llenará ese vacío.
Mira amigo, por mis venas corre sangre;
mi corazón late y late.
¿Acaso no sientes lo mismo, amigo?.
Entonces, ¿por qué no compartir el cariño?.
Autora: Rosa Mª