EL SABOR DE Ti
En el menú hay: labios, ojos, pelos, cuello y mil platos mas.
Cada uno es un festín en si mismo y yo celebro con vino mientras imagino.
Tu cuerpo entero es un placer infinito para la gastronomía de los sentidos.
Yo había que pasado hambre por tanto tiempo que cuando te vi quede paralizado.
Una fuente inagotable de manjares, una mesa servida con vajilla de porcelana inglesa, un cena a las luz de las velas en unA bodega de Venecia.
Llevas el aroma de la locura en tu piel.
Irresistible, inimaginable.
Así que, cuando la tarde se apaga,
me palmeo la espalda a mi mismo,
me coloco la servilleta en la falda y espero a que llegues.