Amarse
es respetar las ideas que el otro tiene, sus formas de expresión, sus
cambios de humor, su forma de pensar y de sentir. Puede gustarte más o
menos, pero hay que aprender a dejarle ser, si hay cosas que queremos
cambiar en el otro, porque no nos gustan mucho, estamos alterando el
cuadro que ha sido pintado por el autor y si queremos
corregir aquello que nosotros no haríamos, no estamos dejando que cada
uno se exprese libremente, todo son formas de manifestación dentro de
la diversidad.
Amarse
es no necesitar competir, ni tener poder, ni querer tener razón ante
una situación o una conversación, cuando escuchamos estamos
simplificando las cosas porque dejamos que cada cual sea, sin ponerle
etiquetas, es el principio de la sencillez.
Amarse
es sentir el presente, el día a día, el hoy, como energía y Fuente
donde no hay ausencia de tiempo y espacio, donde todo es un estado de
unidad.
No es difícil, no es fácil, sólo es comenzar.
No pienses que no puedes, déjate llevar.
El río en su cauce no se ha de esforzar.
Tan sólo discurre por cualquier lugar.
No piensa, no duda, es serenidad
Y tú al contemplarlo te llenas de paz.
Detienes el tiempo y es eternidad
Lo eterno presente, la no vacuidad.
DE LA RED