¿En qué hondonada esconderé mi alma para que no vea tu ausencia que como un sol terrible, sin ocaso, brilla definitiva y despiadada?. Jorge Luis Borges
Impaciente corazón que no soporta la ausencia y clama por tu presencia mil caricias, la pasión
Es la seda de tu piel los labios de mariposa perfume que sabe a rosa y lo dulce de la miel
Reticente la llamada y del reloj tan pendiente es el alma que presiente no vendrá mi enamorada
Duro mensaje tardío un querer te ha retenido tu tibieza en otro nido junto a mí silencio y frío