La vida es corta: rompe las reglas, perdona rápidamente, besa despacio,
ama sincera y ardientemente, sin complejos, sin barreras de clase, edad
o posición, sonríe con franqueza y con frescura, nunca lamentes algo
que te hizo reir, llorar o entristecer, porque son cosas que enseñan,
hacen madurar y aprender a disfrutar del placer que es vivir.
Conocer la verdad duele, pero es sin duda una acción totalmente saludable y liberadora.
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