Cuán difícil me resulta hablar de amor,
porque el amor ni se ve ni se toca;
o tal vez sí, si con él sensualidad y besos:
el amor que a todos nos embelesa.
Cuán difícil me resulta hablar de amor,
porque el amor entraña la confianza,
la seguridad, la amistad, la prosperidad;
porque el amor ya no es sólo un ideal.
Cuán difícil me resulta hablar de amor,
porque, el amor existe sí, no es irreal;
pero tal vez en mí no es algo que llevo,
pero es algo que en los demás observo.
Cuán difícil me resulta hablar de amor,
porque el amor entraña dificultad,
dificultad de encontrar la certeza,
la certeza de que no es algo que se va.
Cuán difícil me resulta hablar de amor,
porque el amor, si es real, no se marchita,
porque los besos no se tienen que dejar,
porque el amor, si es real, no se relaja,
y cada día, más grande es su realidad.
Cuán difícil me resulta hablar de amor,
quizás porque el amor también es sueño,
quizás porque mis sueños no son realidad,
y quizás, porque mi corazón roto está.
Autora: Rosa Mª