AMANECE CONMIGO
El fuego del amor que nos cubría,
humedeció las sábanas silentes,
y en el sudor perlado de las fuentes,
amaneció sonriendo el nuevo día.
Los cuerpos en desnuda cercanía,
danzaron sus cadencias más ardientes,
y fueron nuestras ansias transparentes,
al Cielo de una hermosa fantasía.
No hay duda que el amor es la bengala,
de todos los amantes de la Tierra,
confiamos en sus brazos nuestras alas,
con manos misteriosas nos aferra.
El Cielo sus placeres nos regala,
dejándonos en paz y nunca en guerra,
sabroso es el sabor que no empalaga,
y un tul de sentimientos nos encierra...
(RANZA)