La vida es un pasar. Puede que negro, gris o de colores, pero un pasar. La vida es negra cuando existe el odio, la guerra, la violencia, la incomprensión, el desamparo, la falta de trabajo para poder llevarse algo a la boca, la falta de vivienda donde cobijarse, la infidelidad, el desaliento, todo aquello que no depende de uno mismo sino del exterior y que hace un pasar inhóspito. Cuando la vida es gris, su pasar es congruente, prudente; es el pasar de aquel que puede vivir bien pero que, de una u otra manera, no deja ver la vida plena, algo falta en ella, tal vez por temores, tal vez por algo externo, tal vez por inestabilidad, por desequilibrio, pero su pasar es un pasar sosegado y pensativo. Y, supongo, sólo supongo, que cuando la vida es de colores, existe una plena armonía, estabilidad, equilibrio, razonamiento, lógica, un pasar que deja grandes huellas y que junto al cariño y al amor, hacen de la vida un precioso pasar. Y ahora, reflexionando, ¿cómo es tu vida?, ¿cómo es tu pasar?.
Rosa Mª Villalta. |