Es una fría mañana de invierno de un día gris, un día peregrino tengo heladas las manos y el alma y juegan al escondite todas mis sonrisas. Un pensamiento se para , me inquieta me pregunta, me espía dentro muy adentro Tengo miedo, por primera vez siento miedo. No sé el por qué pero quisiera volar a tu lado tal vez necesita el calor de tu palabra, o tal vez el refugio de tus abrazos, o quizás un silencio tuyo, cómplice y sereno. La melancolía se ha instalado en mi mirada llenándola de nubes negras que descargan una lluvia de lagrimas torrenciales. Pero ya no siento frío, ya no me agito la tormenta ha cesado y se aleja de mi ahora ya me siento más calmada y sonrío…sonrío en silencio. Porque …¡Te he sentido!