Al leer la historia de Canelo, se me ha ocurrido que muchos de nosotros, tenemos anecdotas de nuestros animales de compañía y podíamos dejarlas en este mensaje para que podamos ir leyéndolas.
Os diré que hace ya muchos años, como unos 30 cuando nació mi hijo el pequeño; recuerdo que mi madre tenia en casa una perra pastor alemán, super inteligente... En cuanto se acercaba alguien a la puerta de casa, se ponía a ladrar con insistencia y claro, era un ladrido muy molesto, pues era muy grande.
Mi hijo que entonces era un bebé, cuando la oia ladrar se ponía a llorar, asi es que me enfadé con ella y le dije muy seria levantado el dedo indice en señal de amenaza: - Cuando el bebé esté aquí no quiero oir ni un ladrido.
Pasó el tiempo, y un día me voy a casa de mi madre con mi bebé... Llamo a la puerta de la casa y nada, nadie contestaba. Como a veces mi madre estaba lejos de la entrada y no oia, insistí dejando el dedo en el timbre, pero nada, sin respuesta.
La vecina al oirme salió a ver lo que pasaba y le digo:
- Me extraña que mi madre no esté y que se haya bajado a la perra, porque no se oye ningún ruido.
Entonces la mujer me dijo; tranquila si está la perra, verás como ladra... empezó a pegar con el puño en la puerta, pero nada... silencio absoluto.
En ese momento se abre la puerta del ascensor y sale mi madre (pero sola) le explico lo que había pasado y que la perra ni siquiera resoplaba, y abrió la puerta de la casa... Estaba acostada detrás de la puerta de entrada sin hacer el menor ruido.
Y esta es mi pequeña historia.
de la red