VIEJOS TIEMPOS
Sentado en el sillón de mi Salón,
cabizbajo y meditando en el silencio,
se cruzan muchos años por la mente,
y pasajes de mi vida van saliendo.
El reloj pendular me esta mirando,
alzado, inmóvil, con su féretro lacado,
su tic, tac, adormece encarcelado,
¿Cuantas horas con tus cuartos han sonado?
Recuerdo sin lagunas mis etapas de niñez,
mi triciclo asentado sobre ruedas de metal,
la estufa caldeaba la salita con pedazos de carbón,
en aquel tiempo subsistíamos, poco había que ganar.
La lluvia, salpicaba limpiamente los cristales,
mi madre remendaba y punteaba la colada oreada,
un puchero recocía los boniatos de otro día,
y mi padre descansaba, desgranando una granada.
En las calles se jugaba con holgura,
no aspirabas mas allá de algún juguete,
solo un libro te estudiabas en la escuela,
que ingerías de memoria y guardabas su mensaje.
Un quinqué que se encendía cuando cortaban la luz,
un jornal que sudaba mi padre con destajos y tesón,
con fervor canturreaban las beatas alabanzas al Señor,
formando después filas rectas al salir la procesión.
Las canicas y las trompas, eran muy habitual,
los juegos del escondite y la comba, bisexual,
que grandeza cuando fuimos a tomar la comunión,
sin pecados y altaneros, vestidos de princesa o de general.
Los rebaños de corderos, transitaban por la rúa.
las boñigas de las mulas, abonaban el lugar.
con cortina de baladre, traspasabas el portal.
los conejos y gallinas, se apreciaban al yantar,
El trapero trocaba, vasijas de loza barnizada,
con carrito por las casas repartía el lechero,
la ramulla y la yerba, a garbones se vendía,
con cerillas compensaba los serrajes el pielero.
El muy hábil llanterner, arreglaba los lebrillos,
y el afilador, amolaba los cuchillos con primor,
un retratista revelaba y vendía cuatro fotos a peseta,
varios cerdos en un día ventilaba el capador.
Los vecinos, apiñados, descansaban a la fresca.
que tebeos te leías alquilados a real.
lindos cromos canjeabas y jugabas al azar,
y escuchabas a diario por la radio el serial.
En el marco inmensurable de este mundo,
ocupamos poco espacio en la materia,
sin embargo, en un ínfimo lugar seguro,
mis sucesos de pequeño, los recuerdo de memoria.
Ranza (Poeta modernista Valenciano)