No puedo controlar lo que yo siento,
tan deseado, tan intenso y emotivo,
en turbador y loco atrevimiento,
al repensar que hay bajo tu vestido,
Son tus pechos alondras emergiendo,
deseando dejar el blanco nido,
tus caderas, volcán en estallido,
que al ritmo del deseo vas moviendo.
Se percibe tu sexo en el vestido,
y despiertas mi miembro adormecido,
un deseo irrefrenable en poseerte,
y amarte como siempre he querido.
En tu pozo de dulces manantiales,
quiero calmar mi sed, en goce orales,
un poema sexual quiero ofrecerte,
y quedarme contigo. . . .
para bienes y para males.
(RANZA)
BESITOS