Ya no me quedan palabras de esperanza,
pero sí de cariño y amistad,
para desearte en este nuevo día,
todo lo mejor que en él habita.
Ya no me quedan lágrimas para llorar,
seca me quedé de tanto abusar,
pero ahora quedo tranquila,
y vivo sin creencias ni puerto al que llegar.
Ya no me queda camino claro que seguir,
senda con huellas para poder huir,
huir de la rutina y la desesperanza,
que tanto dañan mi calma.
Ya no me queda puerta donde acudir,
palabras que calmen mi sed de mejoría,
mas cuanto más lucho por anclar la dicha,
más encuentro oscuridad en mi vida.
Ya no me queda mas que respirar,
existir por no tener valor para seguir,
aunque quisiera despertar mejor,
sueño mientras tanto despierta en el amor.
Autora: Rosa Mª