¿Qué ocurre cuando vas a levantarte por la mañana
y notas, que algo por dentro no va?
¿que el ánimo está por los suelos?
¿te arrebujas bajo el edredón y
te ovillas como un bebé?
¿metes la cabeza bajo el almohadón y
deseas desaparecer?
¡¡Ni hablar!! ¡¡nada de eso!!
A ver, si nos sirve...
Veamos, aunque sea despacito...sales de la cama...subes la persiana y dejas que entre la claridad.
Si con suerte hay sol...
abrimos las ventanas de par en par y dejamos que el aire fresco y el sol
nos bese durante un buen rato.
Luego, salimos ...
Lo ideal, es caminar descalzo.
Siempre descalzo, es algo...¡¡esencial!
Si estamos cerca del mar,
caminamos despacio por la playa,
oimos el ronroneo de las olas.
dejamos que nuestros pies se hundan
en la arena húmeda .
Déjate acariciar por la brisa ...
Si vives en el interior.
Busca una pradera,
camina sobre la hierba,
pero recuerda..¡¡ descalzo !!
siente como cede suave bajo tus pies,
mullida, blandita, tierna...
¡¡Mmmmmmmmmm!!
Juegas con tus perros,
con tus hijos, con tus sobrinos,
con los de la vecina...
con lo que tengas a mano...
valen, cosquillas, guerra de almohadas...
¡¡lo que sea, el caso es jugar y...
olvidarte de toooooodo lo malo!!
Y ahora...¡¡túmbate!!
a ser posible, sobre la arena, en la playa.
Pero es igual de agradable, si te tumbas en una pradera.
Así, como en la fotografía, con los brazos abiertos,
y...¡¡¡respira!!!...
¡¡que el oxígeno lo limpie toooooodo!!
Mira al cielo,
deja que tu mente se pierda entre las nubes...
Tapa el sol con un dedo.
Pellizca alguna nube,
míralas,
déjalas pasar...