La vida está llena de momentos, unos más agradables que otros, unos más memorables que otros y unos más pasajeros que otros…
Algunos de esos momentos alcanzan la inmortalidad, pues son momentos que han sido grabados en nuestros corazones con el pincel de la incertidumbre, la duda, remordimiento, arrepentimiento, dolor o incluso rebosante felicidad.
Todos los momentos vividos son parte de nuestra vida, están para vivirlos, aceptarlos, recordarlos y olvidarlos.
Hay momentos en la vida de una mujer que nos marcan para siempre, dejan huellas que nada puede borrar porque han quedan marcadas en nuestros corazones.
Pero ya es tarde, por eso se llaman “momentos” y si no sabemos guardarlos o cuidarlos se nos van como agua entre los dedos. No trates de olvidar o de estar pensando en lo que no hiciste, eso ya pasó, no hay vuelta atrás, sólo queda seguir adelante atesorando todos los bellos momentos que la vida nos regaló, que en su tiempo no lo valoramos.
Conserva en un lugar de tu corazón todo lo vivido, lo que has llorado y lo que has reído; son momentos que te acompañarán cuando llegue el otoño a tu vida y un día te sorprenderás volviendo la vista atrás y sintiéndote feliz por haber amado y sido amada.
―Atesora los buenos momentos.
Aunque esa relación no prosperase, no permitas que las sombras de la tristeza borren tus momentos,no permitas que nadie te borre los recuerdos. Sembraste amor en otra persona y ese es un sentimiento que no todas lo saben dar; si amaste y te amaron y si no recibiste lo que diste que tampoco te importe, has sido una mujer privilegiada, hay que echar las migas de pan en el agua, habrá quien se beneficie con tu acto de amor.
Siempre hay que darlo todo, no guardarse nada, aprender de los errores y ser humildes, desgraciadamente esto es algo que aprendemos cuando ya hemos cometidos los fallos, pero te queda la oportunidad de enseñar a los tuyos la nobleza del perdón y del no guardar rencor a nadie, sólo así lograremos ser felices.
Quizás para nuestra vida ya pasó el tiempo, pero son cosas que podemos enseñarle a nuestros hijos para que nunca pierdan los momentos más bellos de la vida, porque después sólo quedan preguntas que nunca tuvieron respuestas.
Procura no retrasar las cosas, olvidar y conservar recuerdos te dará más alegría y felicidad a tu vida, cada día que pasa debes decir:
¡Hoy es un nuevo día para mí! Haré que cada minuto y cada hora que pase sean especiales, porque de eso se trata la vida, de vivir los momentos, ya sean felices o tristes, hay que vivirlo, porque ningún día es igual a otro…
¡Hoy Voy a vivir mis momentos así conservaré en mi corazón la historia de mi vida!