En la noche quiero alcanzar la paz;
no quiero ser, ni tu sombra, ni tu pena;
quiero ser, faro de tu libertad;
quiero ser para tí; la palabra del poeta.
Palabra de poeta; y fino pincel del pintor;
que tu cuerpo plasme sobre un lienzo,
como con mimo; cincela la piedra el escultor;
inspirado en mi amor y mi respeto.
He despertado solo en la noche;
y es, para tí mi pensamiento;
es, para mi un deseo irrefrenable;
que pronto se unan nuestros cuerpos.
Pasa el tiempo, tardío y lento;
late, incesante y rápido mi corazón;
Sabes cuanto te quiero Mari Luz;
duerme tranquila mujer tú; eres mi razón.
Cádiz a 14 de septiembre de 2012
Domingo Ouviña San Isidro.@
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