Así empiezan muchos escritos,
y no es con ganas de copiar;
hoy, nace al día mi pensamiento;
con la mirada puesta en el mar.
Un mar que sus aguas son calma;
un mar que su bruma dá calor
un mar, que engalana su belleza;
antes; de que pueda despertar el Sol.
Hoy quiero contarte un cuento;
que hable de la grandeza del mar;
hoy quiero hablar de las aves;
que esperan, en el amanecer al mar.
Gaviotas que de temprano;
atraviesan en la humedad;
que ese mar vá desprendiendo;
al nacer a un despertar.
Una mañana serena;
que te invita y te dá paz;
aún la Luna no se ha dormido;
y el Sol; ya comienza a brillar.
Escribo, porque te miro;
no, escribo de mi pensar;
escribo, porque te quiero;
tanto; ó más que a mi mar.
Anoche yo te miraba;
cuando ya estabas dormida;
te besaba, y te contaba…en silencio;
como…me cambiastes la vida.
Dormias placidamente;
sin notar de mi presencia;
ahí, en silencio te decía, mirándote;
que eres; sustento de mi existencia.
Por eso, en esta mañana bonita;
puse, mi pensamiento en el mar;
porque sois mis dos amores;
algo…a lo que no he, de renunciar.
Valencia a 3 de octubre de 2011.
Domingo Ouviña San Isidro.@
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